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Navidades austríacas

 

para

“Viajeros aguerridos y

con contrastada experiencia navideña”

 

  

FICHA TÉCNICA DEL VIAJE

1 a 9 de diciembre de 2012

Duración del viaje:

9 días - En avión

Kilometraje total:

2.512

Cía. aérea: Iberia

 Hacemos también constar que la información práctica que se facilita en el relato se hace a título personal, con la intención de que pueda resultar lo más útil y ajustada posible. No obstante recomendamos que, en evitación de sorpresas y contratiempos, antes de emprender el viaje, confirméis los horarios, precios, y demás datos susceptibles de variación o modificación. ¡Y buen viaje! 

  

FECHA

ETAPA

KMS.

Sábado,

1 diciembre de 2012

Valladolid - Aeropuerto de Barajas (Madrid)

Vuelo Madrid-Munich (Alemania)

Munich (Alemania) - Mondsee (Austria)

225+215

Domingo, 2 diciembre

La región del “Salzkammergut”:

Hallstatt, Sankt Wolfgang im Salzkammegut, St.Gilgen

139

Lunes, 3 diciembre

Tirol: Innsbruck

435

Martes, 4 diciembre

Salzburgo

62

Miércoles, 5 diciembre

Baviera (Alemania): Königssee, Berchtesgaden,

Bad Reichenhall (Alemania) y Salzburgo (Austria)

159

Jueves, 6 diciembre

Oberndorf bei Salzburgo (Austria)

Burghausen y Passau (Alemania)

278

Viernes, 7 diciembre

Cesky Krumlov (República Checa)

Linz (Austria)

435

Sábado, 8 diciembre

Zell am Moos, Mondsee y Gmunden (Austria)

123

Domingo, 9 diciembre

Munich (Alemania) - Mondsee (Austria)

Vuelo Munich - Madrid

Aeropuerto de Barajas (Madrid) - Valladolid

216+225

 

Total Kms.

2.512

 

    Viajar a la navidad alsaciana y alemana durante la semana del “Puente de la Constitución” es ya todo un clásico entre el grupo de amigos caravanistas. El ambiente durante el Adviento -desde el último fin de semana de noviembre hasta el día de Navidad- hechiza por las fastuosas decoraciones navideñas, por sus alegres mercadillos y por esos maravillosos pueblos de cuento de hadas, tan habituales en los países de raíz germánica.

 

 

   

Plaza mayor de Mulhouse (Alsacia)

 

Mercadillo de Friburgo (Selva Negra)

 

  Sin embargo, tras un buen puñado de viajes a la navidad alsaciana, alemana, holandesa y suiza, en 2012 decidimos “ampliar horizontes” y conocer de primera mano la navidad austríaca y también un poquito de la checa. Encontraréis los relatos de esos viajes y la mejor ruta para llegar hasta Alsacia, la Selva Negra y Austria pinchando en la foto

 

 

 

   

   

La mejor ruta

para llegar a Austria

 

Los viajes a Alsacia

 

Los viajes a Austria

 

  

 

 ¿Viajar a Austria en algo más de una semana?

 

  Austria no sólo es un país de considerable tamaño y con mucho qué ver. ¡También está demasiado lejos para ir y volver en poco más de una semana! Si tenemos en cuenta que Salzburgo se encuentra a 2.200 km de Valladolid, un simple cálculo nos dirá que necesitaremos, al menos, tres días para llegar y tres más para regresar.

 

  Y si no queremos perdernos Viena, entonces habremos de añadir otros 300 km más al trayecto y otros tantos para volver…

 

  Vamos, que no hace falta ir a Salamanca para concluir que no resulta muy sensato pretender “hacer Austria”, por carretera y con caravana, si sólo disponemos de 9 días… ¡Salvo que nos conformemos con estar allí tres días, claro!

 

  Dicho esto, admitiremos que logramos “salvar ese pequeño detalle sin importancia” dejando las caravanas en casa y subiéndonos a un avión…

 

 

Austria en diciembre, un viaje sólo para “aguerridos con experiencia navideña”

 

  Y si no fuimos fieles a nuestras caravanas, fue simplemente porque Austria en diciembre tiene “su aquél” y lamentablemente no disponíamos del tiempo necesario para haberlo hecho por carretera. Pero... ¿Y si ello hubiera sido posible?  

 

  Pues después de las condiciones climatológicas vividas en tierras austríacas, dos cosas nos quedaron muy claras: la primera es que, si en la zona de Alsacia y de la Selva Negra es muy raro que la nieve haga su aparición en los primeros días de diciembre (sólo nos ha pasado en 2010), no ocurre así en el país del vals.

 

  De hecho pudimos desplazarnos sin problemas gracias a que por allí los coches de alquiler van equipados con neumáticos de invierno, pues la nieve nos acompañó, en mayor o menor medida, durante toda la estancia. Sin ellos el panorama hubiera sido muy diferente y, posiblemente, imposible.

 

 

Carretera helada, saliendo del hotel (Mondsee)

 

  Y tampoco nos quedó duda alguna, una vez vista “la navidad austríaca” (que está muy bien, pero que no se diferencia apenas de la alemana), que quien no hubiera “probado” antes la navidad alsaciana o alemana (en la Selva Negra, por ejemplo) no le iba a merecer la pena empezar por Austria, a costa de una mayor distancia, más tiempo, más coste económico y mucho más riesgo de problemas climatológicos.

 

  Por lo tanto, por carretera, éste es un viaje sólo recomendable si ya estamos bien “curtidos en mercadillos navideños” y si tenemos el tiempo, el vehículo adecuado y las ganas de animarnos a un viaje tan largo arrastrando la caravana, asumiendo el riesgo de tener que detenernos en cualquier momento y lugar si las condiciones de la calzada no permiten la circulación de remolques.

 

  Las autocaravanas podrían soslayar ese inconveniente siempre y cuando “su calzado” fuera el apropiado, claro.

  

  Lo que está claro es que Austria está lo bastante lejos como para que no nos compense ir si no disponemos de entre dos y tres semanas para el viaje y ello asumiendo también que muchas atracciones y actividades interesantes estarán cerradas en esas fechas. Realmente Austria, como las bicicletas, es para el verano, aunque si nos empeñamos… ¡Siempre nos quedará el avión!

 

  Ah, no olvidemos que, rumbo a Austria, podremos detenernos también en Alsacia y la Selva Negra -que nos pillarán de paso- salvo que optemos por la ruta suiza, algo más directa, pero también más cara que vía Munich, pues deberemos pagar la viñeta de autopista para el coche y la caravana.

 

  En fin, que cada cual elija la ruta que más le guste.

 

 

La cuestión del alojamiento

 

  Y si finalmente os animáis a hacer carretera y visitar Austria en fechas navideñas es muy importante tener en cuenta que no hay demasiados camping abiertos en diciembre, zonas de esquí al margen.

 

  En los alrededores de Salzburgo sólo he encontrado un camping abierto en diciembre. Es el “Camping Berau” - www.berau.at - en el encantador pueblecito de Sankt Wolfgang im Salzkammergut.

 

  Está en un paraje precioso, junto al lago “Wolfgangsee”, pero tiene una pega importante… queda bastante lejos de la autopista y, por lo tanto, los desplazamientos por la zona se verán un poco perjudicados.

 

  La otra alternativa que hemos encontrado, por el momento, se encuentra en la localidad bávara de Berchtesgaden.

 

  El “Familien Aktivcamping Allweglehen” podría ser igualmente válido para recorrer la zona y comparte la misma pega con el “Berau” en lo que se refiere a la relativa lejanía de las vías rápidas. www.allweglehen.de

 

  En ambos casos el paisaje espectacular está asegurado, aunque sus tarifas no sean precisamente económicas. La estancia superará fácilmente los 30 euros/noche para dos personas.

 

  La elección de uno u otro dependerá de gustos, aunque posiblemente yo me decantaría por el “Berau”, por su mejor situación “en general”.

 

   Austria es muy grande, por eso nos centramos en los alrededores de Salzburgo, una de las zonas más bonitas y con más posibilidades de todo el país. Por sí misma y por su “centralidad” respecto al Tirol, Baviera o la República Checa.

 

  Hubiera estado bien haber tenido suficiente para hacer una escapada a Viena, pero con el limitado tiempo que teníamos preferimos no dispersarnos. Tiempo habrá para ello porque Viena está, por ejemplo, muy cerca de Budapest y de Bratislava. Ahí lo dejo…

 

 

El viaje a Austria y la “Pension Irlingerhof” de Mondsee

 

  Pero volvamos a nuestro viaje. El sábado 1 de diciembre, el grupo de amigos (11 en total) salimos de Valladolid hacia Madrid para volar a Munich con “Iberia”.

 

  Dejamos los coches en el “Parking Gato Azul”, próximo a Barajas y que ofrece aparcamiento cubierto (eran muchos días para dejar los coches a la intemperie), además de traslado y recogida a la T-4.

 

 

   

¡A por el avión!

 

Y el avión nos llevó a tierras muniquesas...

 

  Al ser un grupo numeroso, en febrero nos pusimos manos a la obra - “al que madruga, Dios sí le ayuda”- y reservamos el avión (con tarifa muy ventajosa) y también el hotel.

 

  Queríamos un hotelito que estuviera, sobre todo, bien situado y con buenos accesos, tanto para desplazarnos fácilmente, como para poder aparcar los tres coches de alquiler sin problema, por si la nieve decidiera hacer acto de presencia, como así fue.

 

  El caso es que, tras una árdua búsqueda -los precios medios de la zona de Salzburgo son elevadillos- localizamos un auténtico “mirlo blanco” en Mondsee… ¡La Pensión Irlingerhof! 

 

   

El "Irlingerhof" (Mondsee)

 

Dispuesto a empezar la jornada...

 

  La Pensión Irlingerhof es un precioso hotelito de campo, situado a 4 km. de la autopista Salzburgo-Viena. Lo regenta la amabilísima familia Stabauer, que nos tuvo a cuerpo de rey. El desayuno-buffet es fantástico, las habitaciones están fenomenal y en el precio se incluye el libre acceso a la sauna, wi-fi, un gimnasio realmente fantástico y parking gratuito. 

 

   

El desayuno-buffet

 

El gimnasio

  

La sauna

 

En febrero nos aceptaron la reserva sin necesidad de pagar. En noviembre confirmamos la reserva con el pago de un 10% del total. Tienen ofertas realmente interesantes y es un lugar totalmente recomendable para cualquier época del año. www.irlingerhof.at  Que nos encantó está fuera de toda duda.

 

 

Y llegamos al aeropuerto de Munich…

 

  Llegamos al aeropuerto internacional de Munich a las seis de la tarde. Recogimos los tres coches de alquiler y pusimos rumbo a Mondsee, aún a 230 km de distancia, muy cerca de Salzburgo.

 

 

Ambiente navideño en el aeropuerto de Munich

 

  Si elegimos Munich como destino es simplemente porque no hay vuelos directos de Madrid a Salzburgo. Además, la oferta de vuelos a la capital de Baviera es muy amplia, lo que se traduce en más horarios para elegir y mejores tarifas.

 

  Aunque nosotros preferimos dedicar el tiempo a otras lugares -Munich ya lo conocemos- su visita es una opción a tener en cuenta. Es bonita, sugerente y su oferta gastronómica es apabullante. Además, en navidad, el ambiente es fantástico. En fin, ahí queda eso…

 

  Alquilamos por internet un Opel Zafira de 7 plazas y dos Ford Focus familiares, para poder acomodar a los 11 pasajeros y todo su equipaje (22 bultos en total, entre equipaje de mano y la maleta), algo imposible “de meter” en sólo dos coches. El tercer coche nos sirvió para salvar el problema del equipaje, mientras que por allí pudimos movernos en sólo dos coches, más fáciles de aparcar y con el subsiguiente ahorro en combustible y parking. Afortunadamente estaban equipados con neumáticos de invierno y menos mal que fue así…

  

 

Una mala experiencia con “Hertz”

 

  Lástima que todas las buenas experiencias que habíamos tenido anteriormente con “Hertz” se fuesen al garete en Munich. Al recoger los coches nos cobraron casi 90 euros más por coche, sobre la cantidad previamente concertada por Internet, por contratar el “Supercover”, suplemento que se paga para eliminar la franquicia por daños propios, algo extremadamente recomendable al reservar un coche de alquiler.

 

  Aunque nos quejamos amargamente en el mostrador, no atendieron nuestras razones. Como tampoco lo hizo después la central de “Hertz” al presentar formalmente y por escrito la reclamación. Actualmente el asunto está en manos de la Junta Arbitral de Consumo, pero está claro que nos sentimos defraudados y engañados por “Hertz” y creemos que pasará mucho tiempo antes de volver a plantearnos nada con ellos.

 

 

Algunas sugerencias a tener en cuenta a la hora de alquilar un coche:

  

"Nuestro" Zafira lleno de sal de la carretera

 

  A la hora de alquilar coche y para quien no tenga demasiada experiencia en tales lides, es muy conveniente seguir las siguientes sugerencias: 

  1. Contratar siempre la “exención de franquicia de daños propios”
  2. Comprobar que el contrato recoge todos los datos necesarios y muy especialmente los posibles daños que presente el vehículo y un teléfono de contacto.
  3. Al recoger el coche, comprobar visualmente su estado y fotografiarlo bien a fondo -especialmente si presenta desperfectos- sin descuidar el tablero de mandos, para que quede así constancia de la hora y el número de kilómetros al recogerlo.
  4. Comprobar que los daños del vehículo, si los hay, coinciden con los declarados previamente en el contrato. Si hay algún operario de la empresa a mano, hacérselo saber en caso de que no coincidan, para que se hagan constar en el contrato. Si no hay nadie, entonces hay que fotografiarlos claramente, con fecha y hora en la imagen. Por eso y para evitar líos posteriores, es muy recomendable la contratación de la exención de franquicia. Nos ahorrará dinero y disgustos.
  5. Por último, debemos tener claro el tipo de combustible que usa el vehículo. Un fallo tendría consecuencias muy negativas para nuestro bolsillo.
  6. Dado que las multas nos las cobrarán en la tarjeta de crédito, está claro que si normalmente hay que ser respetuoso con las normas de circulación y aparcamiento, en un coche de alquiler hay que ser aún más escrupuloso si cabe. Así que nada de tonterías al volante ni a la hora de aparcar, porque cualquier sanción nos será debidamente cargada en la tarjeta. Mucho cuidado entonces.
  7. Por último y ya que se trata de un vehículo extraño, es conveniente dedicar unos minutos, antes de arrancar, a familiarizarnos con los principales mandos del coche. No es la primera vez que uno busca algún mando sin encontrarlo fácilmente. Llevar “copiloto/a” facilita bastante esa tarea.

   Los vehículos de alquiler actuales suelen tener seguro a todo riesgo, pero eso no significa que estemos totalmente cubiertos si causamos algún daño al vehículo.

 

  Es habitual que exista una franquicia contra daños propios, cuyo valor suele oscilar entre los 500 euros de “Ray Bezzina” a los 1.500 que suelen aplicar las compañías internacionales para vehículos utilitarios y compactos.

 

  Eso quiere decir que si no solicitamos y contratamos expresamente aparte la exención de dicha franquicia -importe que suele pagarse en el mostrador al recoger el coche- podrían reclamarnos la reparación de los daños, con todas las molestias asociadas a la cuestión, pues bien podrían presentar reclamación por algo que no hemos hecho.

 

  Por ello consideramos imprescindible pagar un poco más, pero quitarnos esa losa de encima. Nuestra tranquilidad bien lo vale. Si no nos informan del coste a la hora de contratar por internet, sugerimos que se pregunte específicamente por ello. Y como en el mostrador tampoco suelen ofrecer abiertamente ese servicio, entonces tendremos que ser nosotros quienes lo solicitemos. Así que ojo y no os olvidéis de hacerlo.

 

  Las cantidades varían de unas compañías a otras. Por ejemplo en “Ray Bezzina” (Malta) nos costó 8 euros al día, pero “Hertz” suele cobrar alrededor de 20 euros diarios.

 

  En el mostrador de recogida también deben entregarnos copia clara del contrato de alquiler, un teléfono al que avisar en caso de accidente o incidente, la llave del coche y una relación de daños del coche, si los tiene (lamentablemente eso último no suele ser demasiado habitual, razón de más para contratar la “exención de franquicia”)

 

  Como ya hemos dicho, al recoger el coche conviene “repasar a fondo” su estado general y fotografiarlo por todas partes, en especial si presenta rayones, bollos o cualquier desperfecto por nimio que parezca. No olvidéis fotografiar también el cuadro de mandos, donde aparezca el kilometraje y si es posible también, la hora del día. Una buena idea para esas fotos es utilizar la función de la cámara de fotos para que aparezca impresa la fecha y la hora en que se ha tomado la foto. Si hemos contratado la exención de franquicia seguramente no necesitaremos usar las fotos, pero nunca estará de más para poder probar que los daños ya existían.

 

 

   

Se aprecian daños en la aleta

 

Se ven los km. la hora y el depósito bien lleno

 

  Ese mismo procedimiento hay que repetirlo al dejar el coche. Pensemos que, en muchos casos, lo dejaremos en un aparcamiento y devolveremos la llave en un cajetín. Eso significa que no podremos demostrar que no hayamos causado ciertos daños. La manera de hacerlo es con las fotos.

 

  Claro que si preferís asumir riesgos, entonces es evidente que hay que tomar esas y cuantas precauciones estén en vuestra mano para poder probar la existencia de desperfectos, insistiendo que si hubiera algún operario de la Cía. alquiladora a mano, sin duda habría que decirle que hiciera constar dichos desperfectos en el contrato de alquiler, aún cuando eso os supusiera perder algo de tiempo.

 

  Por supuesto hemos de asegurarnos también del tipo de combustible que utiliza nuestro coche para no equivocarnos al repostar. Es habitual que ese dato venga claramente identificado en el propio surtidor. Un fallo de ese tipo nos causaría muchos problemas, no sólo inmediatos, pues ese tipo de avería no lo cubre el seguro.

 

  En fin, alquilar coche tiene muchas ventajas, pero no debemos olvidar tener en cuenta todas esas precauciones para que la experiencia sea placentera.

 

 

Domingo, 2 de diciembre: “El Salzkammergut” y la Región de los Lagos

 

Hallstatt, uno de los parajes más bonitos de Austria.

 

  El viaje desde Munich discurrió sin otra novedad que detenernos en una gasolinera para comprar la viñeta que permite el libre uso de las autopistas austríacas por de 10 días. Costó 8,30 € por vehículo.

 

  El gasóleo rondaba los 1,45-1,53 € en general y tanto en Austria como en Alemania, aunque en Alemania en algunos surtidores automáticos pudimos repostar a sólo 1,36 €.

 

  La mañana de aquel domingo de diciembre amaneció gris, pero sin nieve, pero el plan previsto era de aúpa: ¡Hallstatt y Sankt Wolfgang im Salzkammergut nada menos! Dos auténticos pueblos de postal y dos de las joyas turísticas austríacas más señaladas.

 

 

¡Saludos desde Hallstatt!

 

 

   

Hallstatt

 

St.Wolfgang im Salzkammergut

 

  Si hay algún pueblo situado en un entorno realmente precioso ese es, sin duda, Hallstatt. En cierta medida recuerda a los fiordos noruegos. Sería ya nuestra tercera visita, aunque la primera en navidad. A diferencia de St. Wolfgang -cuyo mercadillo navideño funciona sólo los fines de semana- Hallstatt no tiene mercadillo, pero tampoco lo necesita para impactar al visitante.

 

 

Este es el Hallsttätersee, pero bien pudiera ser el Sognefjord noruego...

 

  Situada al borde del lago Hallstattersee, destaca por su bonita plaza mayor y por la pintoresca iglesia. A ella se accede por un empinado túnel de madera. Se encuentra rodeada por un curioso y hasta bonito cementerio que dispone de una capilla-osario llena de calaveras bien “identificadas” con el nombre de su antiguo “dueño”. 

 

 

   

La plaza mayor, con la fuente en rehabilitación

 

Túnel a la iglesia

 

  Cuestiones tétricas aparte, lo cierto es que las vistas desde lo alto de la iglesia son maravillosas. Lástima que las nubes bajas restasen algo de espectacularidad al lugar, pero aún así es una pasada.

 

 

   

Cementerio con vistas

 

"Expo" tétrica

 

  Hallstatt tiene otras buenas atracciones, como las minas de sal que se recorren en un trenecito interno y la cueva de hielo de Dachstein. Lástima que ambas estuvieran cerradas, pero las hemos visitado en verano y os aseguramos que valen realmente la pena.

 

 

Sankt Wolfgang im Salzkammergut

 

  Tras Hallstatt nos acercamos a Sankt Wolfgang im Salzkammergut, localidad más grande, pero no menos pintoresca que su vecina, e incluso puede que más. Situada también a orillas de otro lago, el Wolfgangsee, el ambiente era fantástico.

 

 

   

Entrando en St.Wolfgang

 

Ambiente navideño hasta en el lago

 

  Las casas son preciosas, con las fachadas decoradas con grandes dibujos, algo muy típico de esa zona y también de Baviera. El mercadillo navideño ocupa todo el centro urbano. Y no dejéis de visitar la iglesia, que alberga un altar de madera tallada que es toda una obra maestra del género.

 

 

   

Ambientazo

 

La iglesia con el tríptico al fondo

 

  Llegamos a la hora de comer y aparcamos en los grandes parking que hay en la entrada del pueblo. Unos minutos antes empezó a nevar copiosamente y hasta bien entrada la tarde no dejó de hacerlo. Nada preocupante siempre y cuando llevemos ropa adecuada y tengamos coches “bien calzados”. Y nosotros íbamos bien preparados “para la vida moderna”…

 

 

   

Nos recibió una intensa nevada...

 

Por si quedaba alguna duda...

 

 

   

Belén de madera a tamaño real

 

La talla de madera es una seña del pueblo

 

 

   

Elaborando el "Kaiserschmarn"

 

El "Kaiserschmarn". ¡Rico!

 

 

Sankt Gilgen, el pueblo de la madre de Mozart

 

Acabamos la intensa “jornada inaugural” en el pueblo de Sankt Gilgen, en la otra orilla del lago. St.Gilgen es el pueblo natal de Nannerl Mozart, la madre del precoz y genial compositor, cuya imagen “nos perseguirá” por toda Austria. St.Gilgen es un pueblo pequeñito que alberga un museo dedicado a la familia Mozart. Durante los fines de semana de adviento, al igual que en St.Wolfang, se pone un bonito y original mercadillo navideño, con casetas decoradas con imágenes del siglo XVIII.

 

 

   

Sí, Nannerl sigue presente en St.Gilgen

 

La Mozarthaus, el museo del pueblo

 

 

   

Las velas son una seña de St.Gilgen

 

Un pueblo muy, muy bonito

 

 

   

Ambiente navideño

 

Y Mozart, claro

 

 

   

 

 

 

  Si algo de peculiar tiene la navidad austríaca, comparada con la alemana, es que los mercadillos poseen una elegancia especial. Las decoraciones de las casetas están algo más cuidadas y se respira un ambiente más refinado. A cambio los precios son también algo más elevados que en el país vecino. La gastronomía austríaca tiene matices y ligeras variaciones respecto a la de los vecinos.

 

 

   

Casetas decoradas con gusto

 

Más velas...

 

 

   

Postre típico austríaco

 

Los Bretzel de toda la vida...

 

   

Sopitas para el frío

 

Los "Strudel", una de las delicias

más famosas de Austria

 

 

  Lo que no falta ni en Austria ni en Alemania ni en Alsacia es el vino caliente especiado, el "Glühwein"...

 

 

El "Glühwein" es perfecto si el frío aprieta...¡Y vaya si apretaba!

 

  Cuando regresamos al hotel, las carreteras estaban ya nevadas. Costó un poco subir la helada cuesta que nos llevaba al hotel, pero pronto “le cogimos el tranquillo” a los coches y a la carretera y ya no tuvimos más problemas el resto de los días.

 

  Y como ya hemos comentado, si algo nos quedó clarísimo es que, de haber ido con nuestros coches, hubiera sido imposible moverse por allí con un mínimo de seguridad, porque tampoco es cuestión de pasarse el rato poniendo y quitando “las fundas anti-nieve” o las cadenas…

 

 

Todas las noches nevaba. Menos mal que durante el día nos daba un respiro.

 

  Claro que, para recuperarnos de tan intenso día, nada mejor que una divertida sesión de sauna. ¡Menudas risas nos echamos sudando la gota gorda! Después nos reunimos todos en el bar del hotel. Poco a poco Joseph, el dueño, fue tomando confianza y pronto empezó a sentarse un rato a charlar con nosotros, en inglés, qué remedio. Incluso un día nos invitó a probar un aguardiente casero de ciruelas que preparaba él mismo. ¡Realmente encantadores!

 

 

Lunes, 3 - Innsbruck, la capital del Tirol

 

  Situada a 210 km. del hotel, por autopista, no podíamos pisar tierra austríaca sin darnos una vuelta por Innsbruck, la capital del Tirol. Al igual que Hallstatt, sería también nuestra tercera visita, pero ninguna con mercadillos navideños. Y desde luego merece la pena.

 

  Tuvimos la suerte de que salió el sol y las blancas cumbres que rodean la ciudad se recortaban en el cielo azul. El verde intenso de las aguas del Inn y las vistosas fachadas pintadas que dan al río se sumaban también a ese festival de colores. Desde el mercadillo junto al Inn, presidido por un enorme árbol de cristal “Swarovski” las vistas eran una maravilla.

 

 

   

El Inn y sus coloristas fachadas

 

El "árbol de navidad de Swarovski"

 

  Un inciso para los entusiastas de “Swarovski”, la fábrica y el “Kristallwelten Swarovski”, la gran atracción turística de la marca, se encuentran en Wattens, a pocos kilómetros de Innsbruck.  Más info en http://kristallwelten.swarovski.com - En el centro de Innsbruck también se puede visitar gratuitamente la tienda de Swarovski.

 

 

   

El árbol "Swarovski" visto desde debajo

 

La tienda "Swarovski", uno de los iconos de la ciudad

 

  Innsbruck fue la ciudad del Maximiliano I de Austria, el padre de nuestro Felipe “el Hermoso” y consuegro de los Reyes Católicos. Dos monumentos dedicados al emperador destacan por encima de todos: el famoso “tejadillo de oro” -que se ve desde la calle- y su mausoleo, en la “Hofkirche”, la iglesia iimperial.

 

 

   

El "Tejadillo de Oro"

  El Hofburg, el palacio imperial

 

  El mausoleo de Maximiliano -aunque realmente su cuerpo se encuentra en Wiener Neustadt, cerca de Viena- es monumentalmente espectacular, rodeado por enormes estatuas de los reyes y reinas entroncados con la dinastía Habsburgo. Por supuesto allí está la reina Juana la Loca y su esposo Felipe el Hermoso y, puestos a no faltar, también el Rey Arturo… que "viste mucho".

 

 

   

El mausoleo de Maximiliano I

 

La Reina Juana de Castilla

 

  La visita al mausoleo y a la iglesia, de pago, incluye un pequeño audiovisual dedicado al imperio austríaco y a su fundador. La visita se hizo en castellano.

 

   El centro histórico es muy pintoresco y en esas fechas, más aún. Por eso una imagen sí que vale más que mil palabras...

 

 

   

El mercadillo del casco antiguo

 

El Hofburg al fondo

 

 

   

La Casa Azul

 

Mucho ambiente...

 

 

   

Papá Noel andaba por allí

 

Rincones muy pintorescos

 

Finalmente la estancia en Innsbruck nos ocupó todo el día y, por lo tanto, ya no hizo falta detenernos en Kufstein, otra bonita ciudad tirolesa con una imponente fortaleza. El regreso se hizo duro y largo debido a las pésimas condiciones climatológicas. Y es que 200 kilómetros de nevada, aunque fuese ligera, no es un plato de gusto…

 

 

Martes, 4 - Salzburgo

 

  El martes era para Salzburgo y no porque sí. Hubiera sido una pena pasar por la ciudad de Mozart sin escuchar un concierto. Y los martes fueron la solución. Cada martes, a las 12,30 h, se celebra en el “Mozarteum” un concierto de órgano de media hora. ¡Gratis! 

 

  Una excelente ocasión para disfrutar de la música en la impresionante “Gran Sala”. Al ser gratuita la entrada, nos preocupaba la posibilidad de quedarnos sin poder entrar, pero no hubo problema. ¡Había sitio más que de sobra! 

 

   

Esperando a que comenzase el concierto...

 

El espectacular órgano del "Mozarteum"

 

   Aparcar en Salzburgo no sólo es caro, además es complicado porque los parking no abundan. Así pues la mejor solución para dejar el coche es el “Park & Ride” situado en la “Messe” (feria, en alemán).

 

  En las máquinas del parking se obtiene el tique (12 € en diciembre 2012) que permite aparcar y usar el transporte público todo el día para 5 ocupantes. Allí cogimos el bus que nos llevó al centro de la ciudad. Se esperaba lluvia, pero aunque hizo acto de presencia, la verdad es que ese martes fue climatológicamente bastante apacible. 

 

Esperando el bus en el P&R

 

  El “Mozarteum” se encuentra en la otra orilla del Salzach, junto al Palacio y jardines de Mirabell. En la plaza de Mirabell hay uno de los muchos mercadillos navideños. 

 

   

Palacio y jardines de MIrabell

 

Con la vaca de "S

  

   

El mercadillo navideño de la Mirabellplatz

 

Un puesto de dulces y bombones

 

   Salzburgo le debe muchísimo a su hijo más notable. ¡Qué sería Salzburgo sin Mozart! No obstante ya se encargan ellos de honrarlo... "y venderlo" como está mandado... 

 

   

Mozart en la sopa y en la bañera también....

 

...por si quedaba alguna duda...

  

En el margen del río del lado del palacio de Mirabell encontraremos la Steingasse medieval, la casa del compositor de “Noche de Paz” y el cementerio de San Sebastián, con la tumba de la familia Mozart. 

 

   

La Steingasse

 

Tumba de la familia Mozart

  

  Cruzamos el río para pasear por Getreidegasse, la calle más famosa de la ciudad y donde se encuentra la casa natal de Mozart. Huelga decir que por todas partes nos toparemos con los archiconocidos bombones de mazapán dedicados al compositor. 

 

   

 

Los bombones de Mozart

por todas partes

 

La casa natal de Mozart

  

   

Getreidegasse, la calle más típica

 

Rincones muy típicos...

 

 

¡Y muy pintorescos!

 

  La ciudad barroca es una pasada y el gran mercadillo de Domplatz, la plaza de la catedral, es bonito y elegante, bajo “la vigilancia” de la “Hohensalzburg”, la impresionante que domina la ciudad fortaleza. Y es que Salzburgo está llena de pasajes pintorescos. 

 

   

La fortaleza "Hohensalzburg" en lo alto

 

El río Salzach

  

   

La Dom, la catedral de Salburgo

 

El mercadillo navideño

  

   

Y llegaron los Krampus

 

Reponiendo fuerzas...

  

 

Miércoles, 5 - Baviera: Berchtesgaden y el Königssee

 

  Gracias al wi-fi del hotel pudimos anticipar un empeoramiento del tiempo para el jueves, así que hicimos un trueque en el plan previsto y nos fuimos a tierras alemanas, al lugar del antiguo “Nido de Águilas” de Hitler, en Berchtesgaden, convertido ahora en un restaurante...

 

 

   

En la cumbre se encuentra el "Nido de Águilas"

 

Paisaje alpino en estado puro...

 

  A sólo unos pocos kilómetros se encuentra uno de los parajes más maravillosos de los Alpes: el Königssee o Lago del Rey, se puede recorrer sólo en barco. El muelle es precioso y nos llevamos una gran sorpresa al comprobar que éste estaba en funcionamiento también en diciembre. Lástima que los horarios no nos encajasen, porque el lugar es de postal.

 

 

   

El muelle del Königssee

 

¡Qué casas más bonitas!

 

  Berchtesgaden -lugar de uno de esos camping que hemos comentado- es un bonito y pintoresco pueblo alpino, de típicas fachadas decoradas.

 

 

   

Berchtesgaden: casas típicas alpinas

 

Muy bonito el pueblo...

 

 

   

La talla de madera es típica de Berchtesgaden

 

Máscaras de "Krampus"

 

  Coincidimos con la “cabalgata” de San Nicolás -el equivalente a nuestros reyes magos- que iba acompañado por los “Krampus”, demonios de espeluznantes máscaras y enormes cascabeles en la espalda. Los “Krampus” son el equivalente al “Hombre del saco” y van persiguiendo a la gente a escobazo limpio.

 

 

   

San Nicolás en su cabalgata...

 

Y los "Krampus" vistos desde atrás

 

  De Berchesgaden nos pasamos por Bad Reichenhall, localidad sin demasiado interés y terminamos de nuevo en Salzburgo, donde fuimos debidamente perseguidos por una horda de belicosos “Krampus” en el mercadillo de Mirabell.

 

 

   

 

Bad Reichenhall - El Ayuntamiento

 

San Nicolás y los Krampus de nuevo...

 

 

   

Ana y el Krampus

 

Más Krampus en Salzburgo

 

  Cenamos en una de las cervecerías más famosas de la ciudad, la “Augustiner Bräustube Mulln”, ubicada en un antiguo monasterio agustino y con un curioso “modus operandi”: los camareros sirven la cerveza (u otro tipo de bebida) y la comida se la compra cada cual en los distintos puestos de la galería. Hay para todos los gustos: codillos, carne, pollo, pescado, y mil cosas más. El gran aparcamiento público es gratuito si se consume en la cervecería. 

 

   

Una cervecería atípica...

 

... ¡pero petada de gente!

  

   

Eligiendo la cena...

 

El codillo y el puré de patatas

  

   

La galería de la comida...

 

Control de alcoholemia... ¡Y dio negativo!

 

 

Jueves, 6 - La capilla de “Noche de Paz”, Burghausen y Passau

 

  Salimos del hotel -cada noche nevaba- con algo de nieve y bajo un cielo gris, pero al llegar a Oberdorf bei Salzburg -la capilla donde se tocó por primera vez el famoso villancico “Noche de Paz”- salió el sol y nos regaló uno de los momentos más bonitos del viaje. 

 

 

  En la pequeña y octogonal capilla, con las imágenes de los compositores en las vidrieras, los más lanzados cantamos a coro “Noche de Paz”. Un momento mágico y especial.

 

   

La capilla de "Noche de Paz"

 

Un día y un lugar espectacular

  

   

No podíamos dejar de cantar el villancico...

 

El meandro del Salzach a su paso por Oberndorf

  

   

Hans Grüber, el músico

de "Noche de Paz"

 

Josef Mohr, el letrista

del villancico

 

  Luego pisamos de nuevo tierra alemana para acercarnos a dos localidades bávaras estupendas y que se nos habían quedado en el tintero en anteriores viajes: Burghausen y Passau.

 

  Burghausen, pequeña ciudad dominada por el enorme castillo-fortaleza y situada en la misma frontera austro-alemana es una preciosidad. La gran plaza, con sus edificios barrocos de coloridas fachadas, estaba preciosa bajo el cielo azul. La ciudad antigua -altstadt- está llena de rincones y la fortaleza es una pasada. 

 

 

La bonita Markplatz de Burghausen

 

   

Espectacular vista de Burghausen

 

Marktplatz

 

 

   

Fachada pintada en Marktp

 

Fachadas barrocas en Marktplatz

 

 

   

Las típicas cúpulas de bulbo de la zona

 

Vista "aérea" desde la fortaleza

  

  Finalmente nos acercamos a Passau, la ciudad de los tres ríos, pues en ella confluyen el Inn -el mismo de Innsbruck- y el ilz que desembocan en el majestuoso Danubio. 

 

  Passau es una estupenda ciudad barroca, con una majestuosa catedral y un casco antiguo excepcional. Lástima que una tremenda nevada a media tarde nos complicase bastante el paseo, aunque hubo suerte y el retorno al hotel, por carreteras nacionales, fue menos duro de lo previsto. 

 

 

Passau, con el Inn delante. El Danubio está detrás.

 

   

Aquí se juntan los tres ríos, pero nadie lo diría

bajo el pedazo de nevada que nos cayó...

 

El mercadillo navideño de la plaza de la catedral, un poco soso para ser alemán

  

   

El Dom

 

La catedral por dentro

  

   

Eso estaba muy rico

 

¡Lo del establo era trola!

  

   

Aparcamos en el parking de la Stadtgalerie

 

Ambiente navideño en el centro comercial

 

 

Viernes, 7 - Cesky Krumlov, escapada a la República Checa

 

  Estar a 200 km de Cesky Krumlov -pueblo medieval checo, patrimonio de la humanidad de la UNESCO- y no intentar visitarlo era poco menos que imperdonable. Nos gustó muchísimo durante nuestro viaje a Chequia y Hungría de 2006 y ahora nos apetecía regresar para así  “catar” un poco la navidad checa y para que nuestros amigos disfrutasen de un lugar tan fantástico.

 

  Aunque la temperatura media que tuvimos osciló entre los 5 y -5 grados, esa fría y soleada mañana nos obsequió con unos bonitos 11 grados bajo cero, camino de Cesky. Menos mal que en la ciudad checa tuvimos unos “calurosos” 4-5 grados, que no estaban nada mal.

 

 

   

Vistas desde el hotelito

 

Así estaba la carretera del hotelito a la nacional

¡suerte de los neumáticos de invierno!

 

  La autopista y la autovía llegan pasado Linz. Hasta Cesky Krumlov es carretera convencional, pero en buen estado. Para entrar en la República Checa sólo se necesita el DNI (no nos pararon) y aunque la moneda es la corona checa, no cambiamos euros. En todas las tiendas y restaurantes los aceptan, aunque no siempre el cambio resulte muy favorable. Pensad bien si os puede compensar sacar dinero del cajero automático (4% de comisión) pero tened también presente que deberéis gastarlo todo antes de salir del país.

 

  Para pagar el parking (hay varios grandes aparcamientos junto a la ciudad antigua) en el bloque de aseos del aparcamiento hay una máquina para cambiar euros por monedas checas. 

 

  De Cesky Krumlov poco puede decirse que no sean maravillas. Su casco medieval, rodeado por un estrecho meandro del Moldava y dominado por la colorista torre del castillo, es maravilloso. 

 

   

El acueducto-castillo de Cesky Krumlov

 

El castillo barroco y su impresionante torre

 

 

   

Una preciosidad

 

¡Budweiser, claro!

 

 

  Durante el Adviento, de viernes a domingo, en la plaza mayor se pone un pequeño mercadillo navideño (sin apenas puestos de comida), mucho más sencillo que los de sus vecinos alemanes o austríacos, pero estuvo bien verlo.  

 

   

La plaza mayor

 

El mercadillo navideño

 

 

Rincones y más rincones

 

   La gastronomía checa es sabrosa y contundente y vale la pena probarla. Lo peor fue comprobar que los precios de los restaurantes habían subido drásticamente desde nuestra anterior visita y ahora están ya en niveles muy similares a los nuestros. Aún así las raciones son abundantes y disfrutamos mucho con la experiencia. 

 

   

Eso eran solomillos de nombre impronunciable

 

Un filete, tocino, patatas... ¡contundente!

 

 

   

Sopa de cebolla

 

Nuestro restaurante

  

  Por supuesto hicimos los honores a las afamadas cervezas checas -la famosa “Budweiser” se fabrica en Cesky Budejovice, muy cerca de allí- aunque los conductores tuvimos especial cuidado para poder “digerirlas” completamente antes de coger el coche. En Chequia y Hungría la tasa de alcohol permitido es “cero patatero”, así que cuidado. No nos topamos con ningún control, pero…

 

  De vuelta nos detuvimos en la bonita ciudad austríaca de Linz. El mercadillo cerraba a las 20 h. pero aún nos dio tiempo a visitarlo y a cenar. Aunque las calles quedasen desiertas, no dejamos de dar un paseo por las bonitas calles de estilo barroco tan típicas de Austria. En Linz se encuentran las casas del astrónomo Kepler y del músico Schumann.

 

 

Mercadillo en la Hauptplatz de Linz

 

 

Sábado, 8 - Mondsee y Gmunden

 

  La estancia en tierras austríacas iba tocando a su fin y dedicamos la mañana del sábado a los alrededores de nuestro encantador hotelito, empezando por Zell am Moos, a orillas del Irsee, el lago más cercano, que es un pequeñito pueblo sin demasiado interés. 

 

   

El lago "Irr" o "Irrsee"

 

Zell am Moos se ve a la derecha

  

  Sin embargo e inesperadamente pudimos disfrutar de un “genuino momento austríaco”. Era la Inmaculada Concepción y, al salir de misa y vestidos con los típicos sombreros y chaquetas austríacas, los lugareños tenían montada una pequeña fiesta con “Glühwein” (el vino caliente, tan típico de navidad) y magníficos pasteles caseros, amenizado todo ello con una pequeña, pero impertérrita banda que interpretaba villancicos haciendo caso omiso a la considerable nevada. Fue algo bonito y simpático que nos permitió sentir la auténtica vida austríaca. 

 

   

Fiesta sorpresa en la iglesia de Zell am Moos

 

Luciendo su indumentaria tradicional..

  

   

La mesa era espectacular

 

Tocando bajo la nieve...

  

  Después nos trasladamos a la cercana Mondsee, en cuya iglesia se rodó la boda de los Trapp en la archifamosa película “Sonrisa y Lágrimas”.

 

  El mercadillo -que sólo funciona los fines de semana- se instala frente a la iglesia y, por supuesto, allí cantamos a coro la canción más conocida de la peli, el “Do Re Mi” con más voluntad que acierto. No fue de extrañar que, al poco rato volviese a nevar, pero nos reímos un montón. 

 

 

   

La famosa iglesia de Mondsee

 

Mondsee

  

Mercadillo en el claustro de la iglesia

 

  La última tarde en Austria la pasamos en la pintoresca Gmunden, a 50 km de Mondsee y a orillas del lago Traunsee, ubicada en un emplazamiento majestuoso, rodeada de montañas. La ciudad tiene su encanto, pero su mayor atracción es el “Ortschloss”, su espectacular castillo construido en el interior del mismísimo lago, a poco más de un kilómetro de distancia del centro urbano. Profusamente decorado, incluso con un belén flotante, en su interior hay un mercado de artesanía y comida y se celebran conciertos. La entrada cuesta 3 euros, pero vale la pena. 

 

   

El "Schloss Ort" de Gmünden

 

El castillo "Ort"

  

Belén en el lago

  

  Terminamos el día y la estancia con una “cena austríaca” especialmente preparada para nosotros por Christa, la dueña del hotel y una "fiesta privada".  Un cierre de viaje perfecto. 

 

   

Chuleta de cerdo con el Knödel austríaco

 

Y hubo fiesta y hasta un sorteo...

  

No hacer un muñeco de nieve

hubiera sido imperdonable

 

  

Domingo, 9 - El regreso

 

  A las seis de la mañana abandonamos con mucha pena el “Irlingerhof”, rumbo a Munich, pues el avión salía a las 12 de la mañana.

 

 

   

Adiós a los coches de alquiler

 

Snif, el viaje se acababa...

 

  El trayecto hasta el aeropuerto no tuvo historia, pero tuvimos un inesperado susto con algunas tarjetas de embarque. Aunque facturamos el equipaje con más de dos horas de antelación, la tarjeta de tres de los nuestros ponía “SBY” en lugar del número de asiento.

 

  Y aunque se dieron cuenta enseguida, la verdad es que nos dio por bromear en lugar de ir a preguntar qué significaba aquello. Pues bien, por poco lo pagamos muy caro, porque en el momento de embarcar se enteraron que estaban…¡en lista de espera! Y entonces supimos que “SBY” significa “Stand By”. Por suerte al final pudieron embarcar las tres, pero fue de un tris haberla liado muy parda. Les pidieron disculpas porque se debió tratar de un error informático, pues tienen obligación de informar a los pasajeros de tal circunstacia y nada de eso hubo.

 

 

   

Ahí todavía teníamos el corazón en un puño

pensando en nuestras amigas

 

Aquí ya no...

 

Menos mal que bien está lo que bien acaba y llegamos a Valladolid sin más problemas, poniendo el broche de oro a un viaje realmente mágico. Lástima que Austria nos pille tan lejos de casa…

 


¡ Hasta el próximo diciembre!

 

 

 

 

 

 

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