ibertad
Libertad, ¡qué gran palabra!
El preso la anhela. El que vive libre, también, pero muy pocos la disfrutan plenamente.
La palabra “Libertad” ondea en muchas banderas, aunque luego pocos países la pongan en práctica.
Casi todos la deseamos y casi nadie sabe luego qué hacer con ella.
Y demasiada gente ha muerto en su nombre.
Y demasiada gente está dispuesta a matar por ella.
Por suerte tenemos una libertad más cercana, más casera. Y por eso los campistas somos afortunados.
Tenemos en nuestras manos algo que otros no tienen...
¡Unos estupendos instrumentos para disfrutar de los viajes y de las vacaciones con inusuales niveles de libertad!
La caravana, el autocaravana o la tienda brindan una facilidad de movimientos (qué eufemismo tan bonito para no tener que abusar de la palabra “libertad”, eh) que otros medios de viaje no pueden ofrecer.
Por eso nos gusta tanto la caravana para conocer mundo. La independencia que proporciona vale su peso en oro.
Y con un as en la manga, porque cuando hace falta siempre tenemos a mano el avión, el tren, el barco, el globo, el submarino…