Creemos que no engañamos a nadie si decimos que los parques de atracciones nos gustan. Y nos gustan mucho.
Nuestra primera salida “en serio” por Europa fue “todo un clásico”: Eurodisney, Parc Astérix y Futuroscope.
Después de aquel primer viaje, allá por el ya lejano1993, fuimos recorriendo los principales parques de atracciones de cada país que visitábamos, especialmente mientras el chico estuvo en edad. No obstante, como nos gustan mucho, después los hemos seguido visitando, aún cuando el muchacho ya no nos acompañase.
Aunque en los respectivos relatos de viajes ya comentamos las pertinentes visitas a los parques, hemos pensado que sería interesante agrupar las descripciones y comentarios de los parques, visitados o no, bajo una sección propia.
Evidentemente en la lista de parques no están todos, pero probablemente sí los más importantes. Hemos visitado la gran mayoría de ellos, aunque también incluimos otros que, por su interés, merece la pena conocerlos.
Asimismo y dado lo mucho que varían los horarios, tarifas y condiciones de visita, incluimos la dirección de internet de cada uno de ellos, para que todos los interesados en visitarlo puedan hacerlo de la mejor manera.
Por último y con el fin de facilitar su búsqueda y consulta, los hemos agrupado en un índice ordenado alfabéticamente, aunque las descripciones están incluidas en el apartado ordenado por países.
Comentarios: Situado en Rust, población alemana, al lado del río Rin y muy cerca de Alsacia, en la planície que precede a la Selva Negra.
Es un parque de atracciones dedicado a los distintos países europeos, pero de corte clásico con las típicas atracciones que suele haber en ese tipo de recintos.
Comentarios: El Prater, situado en el corazón de Viena y muy cerca del Danubio, es uno de los más famosos parques de atracciones del mundo y una de las visitas “ineludibles” de la capital austríaca. Creado en el siglo XIX, su noria alcanzó renombre mundial gracias a “El tercer hombre” y darse una vuelta en ella es el gran reclamo para los turistas.
Y lo de la “vuelta” no es una manera de hablar, si no que realmente sólo da una vuelta, pues realmente es un “mirador” sobre la ciudad imperial. Eso sí, un mirador caro, porque en 2006 la “vuelta” ya costaba 15 € por persona, pero la cosa tiene su encanto. Como ya habíamos subido en una anterior ocasión, esta vez lo dejamos para otro momento.
Al igual que el Tívoli de Copenhague, el Prater está mucho más bonito por la noche, con sus atracciones y restaurantes bien iluminados.
Las atracciones se pagan de una en una, pero no hay que pagar ningún derecho de acceso. Carece de aparcamiento, por lo que no es buena idea acudir con el coche.
Comentarios: Aunque hace más de una década que lo visitamos e ignoramos los cambios que haya podido haber, el recuerdo que tenemos es que es un parque de atracciones típico, pero aderezado con la presencia de algunos de los personajes de cómic belga más conocidos: Tintín, Lucky Luke, etc.
Comentarios: El parque de atracciones más antiguo del mundo (aunque algunos dicen que es el Tívoli, inaugurado en 1583, aunque nada queda ya de aquellos tiempos.
Abierto desde 26 de marzo a 31 de agosto de 2009.
El concepto es similar al del Tívoli, aunque sin jardines. Es como una feria de pueblo, con sus atracciones y sus barracas de tiro, etc.
A juzgar por la enorme cantidad de parques de atracciones existentes, está visto que a los daneses les flipa el tema. Merece la pena darse un paseo sólo por decir que has estado en el “parque de atracciones más antiguo del mundo”.
Bonbon Land – (Holme-Olstrup (Al sur de la Isla de Sjelland) / Dinamarca))
Comentarios: Un curioso y muy familiar parque de atracciones, dedicado al mundo de los caramelos. El término “Bon-bon”, al igual que en Francia, significa “caramelo” y no tiene nada que ver con los de chocolate.
Las atracciones son muy sencillas, con mucho pedaleo y tobogán. Es tan familiar que nos impactó ver a familias enteras tirando de un carricoche de ruedas con la nevera, el pic-nic, etc. – Se ve que les encanta pasar el día en un parque así. Realmente curioso y muy apropiado si viajamos con niños y jovencitos.
Los parques Lego, como bien se ocupan de anunciar, están especialmente pensados para chiquillos de hasta doce años de edad. Por encima de esa edad, salvo a los adultos a quienes las construcciones Lego les produzcan morriña, no parece que sea muy adecuado. Así pues los adolescentes lo encontrarán francamente soso.
Hemos estado en los de Windsor y Billund, cuando el chico era pequeño y lo pasamos muy bien. Recuerdo con agrado las construcciones típicas de cada país hechas, como no podía ser de otra manera, con las piezas del famoso juego de construcción.
Lo que sí parece haber cambiado con los años y no precisamente a mejor es la limitación de la entrada vespertina. Unas pocas horas de visita a cambio de un ticket más barato. Eso permitía echarle un vistazo sin dedicarle ni demasiado tiempo ni demasiado dinero.
Actualmente la entrada “vespertina”, desde las 17,30 hasta la hora de cierre, parece que sólo funciona los jueves comprendidos entre el 2 de julio de 2009 y el 6 de agosto de 2009 a precio reducido.
Comentarios: Una de las grandes atracciones de la capital danesa.Ningún visitante de Copenhague debe irse de la ciudad sin darse una vuelta por el Tívoli, pues se encuentra en pleno centro urbano.
Por la noche es cuando más bonito y atractivo está, iluminado por millares de bombillas. Además de parque de atracciones “clásico”, es también un jardín.
Se paga un billete por entrar y pasear. Las atracciones, como si de una feria se tratara, se pagan una a una, aunque existen bonos que abaratan el coste.
Presume de ser el parque de atracciones más antiguo del mundo, pero parece que ese honor le corresponde al “Bakken”, otro recinto ferial situado a muy pocos kilómetros de distancia.
Comentarios: Un bonito parque repleto de miniaturas, algunas “no tanto” de los principales castillos e iglesias de estilo mudéjar existentes en Castilla y León. Se puede completar la jornada visitando Olmedo, de rica historia y arquitectura, y la cercana “Villa Romana de Almenara-Puras”, muy bien ambientada, sobre los cimientos de una antigua casa rural romana.
Port Aventura – (Vila Seca/Salou (Tarragona) / España)
Comentarios: Hemos estado varias veces, la última de ellas en la época de “Halloween”, tan del gusto americano y tan de moda últimamente.
Dividido en cinco zonas: mediterránea, far-west, méxico, china y polinesia, no deja de ser un típico parque de atracciones con todo lo que se espera de él.
En nuestra opinión, tiene mucha mejor pinta que el Warner, con una presentación más cuidada y un ambiente más acogedor. La zona del Far-West está particularmente bien lograda. Y si algo destaca del resto es la calidad y variedad de los espectáculos.
No recuerdo si hay control de comida y bebida, pero abundan las ofertas y los descuentos, especialmente si se combinan con estancias en sus hoteles.
Como suele hacer también mucho calor, pues hala, a protegerse bien del sol.
Terra Mítica Park – (Benidorm (Alicante) / España)
Comentarios: Lo visitamos cuando todavía llevaba poco tiempo abierto, lo que todavía le daba un aspecto un tanto “provisional”, con las zonas “verdes” todavía muy ídem, por falta de tiempo de crecimiento, claro.
Por planteamiento recuerda mucho a Port Aventura. Aquí sí que el calor es un factor a tener muy en cuenta. En octubre aún era considerable, así que no quiero ni pensar lo que tiene que ser eso en plena canícula.
Warner Bros Park–(San Martín de la Vega (Madrid) / España)
Comentarios: Hemos estado dos veces en él y desde luego no es uno de nuestros favoritos. Nos parece un poco inhóspito, la verdad, como si le faltara algo. Los espectáculos tampoco son como para tirar cohetes, pero eso ya se sabe que es cosa de gustos.
Por lo demás, junto a Bugs Bunny y amigos, hará las delicias de los amantes de las emociones fuertes, pues si algo no falta en el parque son abundantes montañas rusas, a cual “más fuerte”.
Suele hacer bastante calor y no abundan los sitios umbríos, así que a cuidarse del sol. Al menos hace años no permitían la entrada de comida ni bebida.
El parque pertenece a una cadena europea, así que si a alguien le puede interesar, que sepa que existe un tipo de pase anual que permite el acceso a muchos parques de atracciones de toda Europa, algunos de los cuales se reseñan en esta web. Bien podría darse el caso de que, planificando las visitas con tiempo, a alguien le interesase adquirirlo si pensara visitar alguno de esos países e incluir en el plan de visitas esos parques. Una buena cosa, desde luego.
Hemos estado ya nueve veces y en todas las épocas del año: en semana santa, en verano, en Halloween y en Navidad. Para nosotros es el mejor parque de todos los que conocemos, por la calidad de todo “el montaje”, a nivel cuasi cinematográfico.
Con el tiempo han ido incorporando atracciones “más fuertes” para los más amantes del gasto de adrenalina, algo que se echaba de menos al principio. Parque de atracciones “muy visuales”, para disfrutar en familia. Las tiendas “temáticas” del interior del parque son fantásticas y son un espectáculo más.
Su mayor problema es la tremenda cantidad de público en cualquier época del año. Siempre que sea posible, lo mejor es acudir ya con la entrada sacada (en semana santa 2009 tocó hacer hora y media de cola para sacar el ticket) y estar en la puerta a la hora de la apertura del parque, pues eso nos dará un margen de al menos una hora para poder disfrutar de las atracciones antes de que la muchedumbre invada el recinto.
Las principales atracciones, al menos las más visitadas, disponen de “Fast Pass”. Este sistema, incluido en todas las entradas, consiste en introducir en unas máquinas que están junto a la atracción en cuestión el ticket de entrada y entonces facilita un ticket con el margen horario asignado para acceder a la atracción por una puerta especial sin tener que hacer la cola “normal”. Precisamente debido a la alta demanda de Fast Pass, conviene sacarlos lo antes posible, pues en cuanto se agotan las entradas asignadas por ese sistema, ya no es posible conseguirlas, lo que obligará a hacer la cola ordinaria. Una de las atracciones que más requieren el Fast Pass es el “Vuelo de Peter Pan”, en la zona de Fantasy Land.
Al entrar controlan a fondo las mochilas, por lo que no se recomienda meter comida si no va muy bien camuflada.
Para los propietarios de perros y gatos. El “Animal Care Center” que está junto al aparcamiento, funciona de maravilla y se puede dejar a la mascota con toda tranquilidad. El control en la recepción y la entrega es total y está muy bien montado. Costaba unos 9 € todo el día en 2009, e incluye la comida si se quiere. Se puede sacar a pasear al perro siempre que se quiera.
Fuera del parque está el “Disney Village”, al lado de la estación del tren suburbano RER, y es una calle llena de tiendas, cines, restaurantes y bares donde hacer compras de productos Disney o tomarse algo sin pagar entrada, con un ambiente “muy americano”. Una excelente opción para todos aquellos que quieran tomar contacto con el mundo disney sin entrar en los parques de atracciones. Funciona hasta las tantas de la noche. Lo único que tocará pagar es el parking cubierto que funciona por horas, con el mismo límite de precio que el parking exterior del parque para todo el día, o sea, 8 €.
Hay una amplia gama de entradas, de varios días y para uno o dos parques. En nuestra opinión, el Disneyland Paris requiere, sin duda, dos días por lo menos para poder verlo bien y por entero. Un día es claramente insuficiente y más si cabe si hay mucha gente, salvo que alguien se conforme con echarle un vistazo y subir a las atracciones más emblemáticas. Dos días bastarán para la gran mayoría de los visitantes para irse contentos a casa.
No obstante, si además se quiere visitar también el Studios Disney, la entrada de 3 días, 2 parques es casi obligada. El “Studios” no es la séptima maravilla, pero entendemos que irse sin verlo...
Hay varios camping en las proximidades del parque: el de Jablines, el de Champigny y el de Torcy, el “Parc de la Colline”. Las dos últimas veces nos hemos alojado en éste último, que está a 1 km. de la circunvalación exterior de París, la autopista A-104, llamada “La Francilienne”. Disney queda a 21 km. de camping y “Astérix” a treinta y tantos. En el pueblo hay estación del tren suburbano RER a París, con un gran parking gratuito al lado. El problema es que si no vais a primerísimas horas de la mañana, es muy probable que lo encontréis completo y en el pueblo no hay donde dejar el coche...
Aviso a los caravanistas. No permiten entrar en el parking con la caravana y no hay donde dejarla por unas horas en las cercanías, por lo que si se quiere visitar el parque estando de paso, la única opción viable es dejarla en alguno de los camping anteriormente citados.
En el camping venden las entradas a las principales atracciones de París, parques de atracciones incluidos, al mismo precio que en taquilla y desde luego recomendamos comprarlas anticipadamente para evitar las colas en el propio parque.
France Miniature – (Elancourt (cerca de Versailles) / Francia)
Comentarios: Lo vimos en nuestro primer viaje a Francia y, aunque sólo fuera por la novedad, la verdad es que nos encantó. Imaginamos que con los años, lo habrán ido mejorando.
En suma, una “exposición en miniatura” de los principales monumentos franceses. Típica visita que suele combinarse con la del Palacio de Versailles, muy cercano a “France Miniature”.
Comentarios: También lo hemos visitado tres veces. La primera durante dos días y las dos últimas, aprovechando la entrada “vespertina”, que empieza a partir de las cinco de la tarde y que da la posibilidad de dar una vuelta por el parque, contemplar sus futuristas edificios, “catar” unas cuantas atracciones y ver el espectáculo nocturno de luz y sonido que clausura la jornada.
Es un parque de atracciones dedicado, fundamentalmente, a la imagen, por lo que la mayor parte de las atracciones consisten en la proyección de documentales y películas en formatos de pantalla gigante: de 650 m2, imax, etc.; puede que hace unos años, cuando este tipo de pantallas era menos común, el parque resultase más novedoso, pero ahora se corre bastante el riesgo de acabar aburriéndonos a las pocas horas.
Lo mejor para hacernos una idea del tipo de atracciones que vamos a encontrar, es verlas en la página web del parque. Vienen explicadas en castellano. Por cierto, el castellano está muy bien tratado en el parque y a la entrada del parque podemos conseguir un traductor electrónico gratuito para las proyecciones. Si llevamos de casa unos auriculares nos ahorraremos el euro que cuesta comprarlos allí. También se puede introducir comida y bebida.
Teniendo en cuenta que hay muchos documentales y pelis para ver, la rotación de las atracciones es bastante lenta, pero también cuenta con la ventaja de que los aforos son muy grandes, por lo que entra mucha gente en cada sesión.
No obstante y para un buen aprovechamiento del tiempo, es conveniente planificar un poco las atracciones en función de los horarios de las proyecciones.
En suma, un parque interesante y diferente, pero que puede llegar a hacerse un poco repetitivo. Seguramente un día será insuficiente para verlo por entero, pero no tenemos muy claro que dos días sean una buena opción, salvo para los muy entusiastas. Si hay dudas al respecto, creemos que el mejor planteamiento sea coger la entrada de un día y, si quedan ganas de más, repetir al día siguiente.
Otra opción si del primer día se han quedado pocas cosas en el tintero es pasar la mañana en Poitiers, por ejemplo, y aprovechar la entrada vespertina al parque, a precio reducido, para rematar la visita.
Comentarios: Otro parque de monos, aunque éste está centrado solamente en una especie, el Macaco de Barbaria. Es pequeñito y muy divertido, pues al menos hace años se podía darles de comer unas palomitas. Algunos son bastante sociables y aunque no se dejan tocar, sí son capaces de acercarse lo suficiente como para ponerse a registrar los bolsillos en busca de sus palomitas favoritas. Por eso mismo hay que tener la precaución de guardar bien los objetos de valor lejos de los bolsillos, por si acaso.
Como Rocamadour es un pueblo fantástico y está repleto de otros atractivos, la visita a este parque de los monos puede completarse perfectamente con otras “atracciones” existentes en el pueblo colgado de la ladera de la montaña.
La Pinède des Singes – (Labenne (Las Landas) / Francia)
Comentarios: Concepto muy similar al de Rocamadour, en un recinto muy pequeñito. Se puede aparcar con la caravana, pero la zona de aparcamiento es muy pequeña y con árboles, con lo que es temporada alta no es aconsejable pretender llegar allí con la caravana, pues es muy posible que no haya sitio para dejarla.
La Vallée des Singes – (Romagne (cerca de Poitiers) / Francia)
Comentarios: Para los entusiastas de nuestros “primos hermanos” los simios. En un bosque cercano a Poitiers vive en semi-libertad un completo muestrario de monos. Lo más divertido es verlos a la hora de comer.
Es muy bonito y a los amantes de los animales les encantará. Una mañana puede ser suficiente para recorrer el parque. Se puede visitar con la caravana. El parking es enorme.
Comentarios: Hemos estado tres veces en el “Astérix” y no está nada mal, pero hay que partir de la base de que está también a años luz del “concepto de parque Disney”. Es bastante más pequeño de tamaño que el “Disneyland” y también más de “cartón piedra”, aunque es digno y aparente y para los entusiastas de Astérix, entre los que me encuentro, la visita valdrá la pena.
En particular el poblado galo está francamente logrado. El concepto de parque de atracciones es más clásico, con muchas montañas rusas, carruseles y las atracciones más o menos habituales en cualquier parque de ese tipo. Desde ese punto de vista a los amantes de las emociones fuertes el parque les dejará francamente satisfechos.
Si la intención es montarse a todas y cada una de las atracciones, ver los espectáculos y recorrer las tiendas, o sea, lo que sería una visita “completa”, entonces los dos días de visita estarán garantizados. Un día no da para todo, eso seguro.
Es más barato que Disney, pero como el horario también suele ser menor, al final las diferencias de precio entre ambos parques son anecdóticas si comparamos el coste/hora de cada uno. Ah, aquí dejan introducir comida y bebida en el parque.
En cualquier caso la recomendación de ver primero el “Studios Disney” antes que el “Disneyland”, vale también para éste. Como es muy frecuente que el “Parc Astérix” se visite al tiempo que Disney, nuestra sugerencia es empezar por el de los galos, seguir por el “Studios” y dejar para el final el “plato fuerte”.
Donde la diferencia entre ambos parques alcanza ya niveles estratosféricos es en la “perrera”. Ni por instalaciones, ni por limpieza, ni por control. Son perreras exteriores, con techo de chapa, que en pleno verano deben de ser auténticos tostaderos. En Semana Santa, justo después de abrir de nuevo el parque, los cheniles estaban sucios y descuidados y con una pinta bastante deprimente. Y la comida no está incluida. De acuerdo, es algo más barato que Disney, pero la comparación no tiene color. Vamos, que si no queda otro remedio que dejar al perrito unas horas allí, pues vale, pero desde luego el aspecto y la atención son claramente mejorables...
Por último hemos de decir que AQUÍ SÍ ES POSIBLE VISITAR EL PARQUE CON LA CARAVANA, ESTANDO DE PASO. En 2002 así lo hicimos y no tuvimos problemas, pero por si acaso han cambiado de criterio en estos años, no estaría de más cerciorarnos de ello, informándonos antes de ir.
Parc des Mini Châteaux – (Amboise (Valle del Loira) / Francia)
Comentarios: Planteamiento idéntico al de “France Miniature”, pero al estar en el corazón del Valle del Loira, éste reproduce a escala lo más selecto y granado de los castillos de la zona.
El parking aledaño, visto vía satélite, parece apto para las caravanas.
Comentarios: Gran parte de lo expuesto para el parque Disneyland vale también para este parque, salvo en lo que al propio “Studios Disney” se refiere.
La verdad es que lo visitamos cuando acababan de abrirlo y nos pareció muy desangelado, bastante inhóspito y con atracciones con poco gancho, sobre todo cuando lo comparamos con el “Disneyland”. Nos consta que la situación ha mejorado un poco en los últimos años, con nuevas atracciones y espectáculos, pero sigue –y seguirá- estando a años luz de su “parque hermano”.
Con ello no estamos sugiriendo que no se visite, pero sí que se ajusten las expectativas a lo que realmente uno se va a encontrar. De esa manera probablemente se disfrute más de lo que ofrece. En cualquier caso un día será más que suficiente para la visita.
Y si nos planteamos la estancia desde un punto totalmente racional, seguramente la mejor decisión fuera empezar la visita por este parque, para ir así de menos a más, pero a ver quien es el guapo que es capaz de dejar el “Disneyland” para lo último... claro que luego os tiraréis de los pelos de no haberlo hecho. Y si no, al tiempo.
Última visita: En 1998 lo visitamos cuando todavía era el “Parque de los Pitufos”.
Comentarios: Antiguo “Parque de los Pitufos”(cerró en 2002). Ahora, por lo visto, es un parque de atracciones “típico”, con un cocodrilo como “personaje estrella”. No lo hemos visitado desde que se llama así, así que no tenemos nada más que añadir, salvo que es una pena que haya cerrado el de los “pitufos”, que era muy simpático.
Comentarios: El primer parque de monos que visitamos. Nos encantó que nos recibieran los titis y se nos subieran encima. Un concepto de parque muy similar a “La Vallée des Singes” de Francia, con una gran variedad de especies de monos. Está enclavado en un bosque, en el corazón de Holanda y no demasiado lejos de Amsterdam.
De Efteling – (Kaatsheuvel (próximo a Tilburg) / Holanda)
Comentarios: Un parque realmente encantador, con ese ambiente “de otro siglo” y fundamentalmente dedicado a los personajes de cuentos de hadas. Una visita muy, muy recomendable, incluso sin niños.
Su planteamiento es una mezcla de atracciones clásicas junto a otras más “visuales”. A destacar el poblado de Laaf, con sus peculiares habitantes; el “bosque de las hadas” y la zona de los cuentos de hadas.
Su “mascota” es un arlequín llamado “Pardoes”. Un día puede ser poco para verlo a conciencia, pero si se acude a primera hora, puede marcharse uno bastante satisfecho.
Es posible aparcar con la caravana.
Madurodam- Holanda en miniatura – (Den Haag/La Haya / Holanda)
Comentarios: Probablemente el mejor “parque de miniaturas”. Con los años sabemos que han ido ampliando la oferta de ocio y que actualmente se ofrece un horario nocturno en época estival que debe ser muy espectacular. Si viajamos con niños hay que contemplar muy seriamente la visita a Madurodam. Y si a los adultos nos gustan estas cosas, pues también.
Comentarios: Parque de “miniaturas no tan miniaturas” de algunos de los principales monumentos portugueses, así como de edificios de sus antiguas colonias. Las “miniaturas” son lo suficientemente grandes como para que puedan entrar en ellas los niños y, en algunos casos, los adultos.
Se encuentra en Coimbra, junto al río, en la margen opuesta al de la ciudad. Hay una pequeña zona de aparcamiento habilitada, pero no parece apta para vehículos grandes.
Inaugurado en los años 40 del siglo pasado, recientemente ha sido puesto al día y ahora mismo está muy bonito. Gustará tanto a pequeños como a mayores. Dos o tres horas serán suficientes para recorrerlo. Han habilitado una zona de juegos infantiles bastante grande.
Afortunadamente ya disponen de página web propia, pues en 2007 todavía no estaba “on line”.