ermatt
Zermatt encierra en sus calles sin coches y sus casitas alpinas la esencia de Suiza.
Zermatt es, además, la puerta al Cervino, esa montaña piramidal que llevo en la memoria desde que la descubriese en la tapa de la caja de aquellos fantásticos “Caran d’Ache” de mis años escolares. ¡Que aún conservo! ¡Qué maravilla de lápices de colores!
Bastantes años después de haber abierto mi caja de lápices por primera vez tuve la suerte de pisar Zermatt y “ver” -aunque sólo fuera fugazmente, cosas de las nubes- el mítico Cervino. O el Matterhorn, que allí lo conocen por ese nombre.
Lo que se ve al fondo fue todo lo que pudimos ver del Cervino...
Visitad Zermatt un 15 de agosto. Estarán en fiestas y además de la conveniencia de hacer los honores a una buena fondue de queso, disfrutaréis también de un desfile de trajes regionales que resume lo más granado de los tópicos suizos.