Nada más lejos de mi intención que hacer una reseña de todas las ventajas que incluye el “Carné Internacional de Camping”, que se facilita a través de la Federación Española de Clubes Campistas, pues para eso lo mejor es leerse bien sus condiciones en la web de la Federación o en las páginas de la Guía de Camping de la FECC; más bien mi idea es comentar algunos aspectos interesantes de su tenencia…
Aparte del seguro de responsabilidad civil que incluye –mientras estemos “acampados” en un camping, no “en circulación”- la mayor ventaja día a día es la comodidad que nos ofrece al ser aceptado en una gran mayoría de camping como documento acreditativo de identidad, sin vernos así obligados a dejar el DNI o el pasaporte que nos conviene llevar siempre encima para poder identificarnos siempre que lo necesitemos.
En algunos camping, pocos ciertamente, “exigen” estar en posesión del carné para admitirnos en sus instalaciones. Desde luego no es lo habitual y ahora mismo tampoco logro acordarme de ninguno en que haya sido así realmente, pero bueno, siempre viene bien tenerlo en cuenta y llevarlo en el bolso, por si acaso.
También por disponer de él, en algunos camping se obtienen descuentos en el precio de la estancia, lo que es un detalle. En las guías de camping suele venir reseñada tal posibilidad, siendo España uno de los países donde más se aplica esta costumbre.
Quizás su mayor limitación provenga del hecho de que sea requisito imprescindible para tenerlo el estar afiliado a un Club Campista Federado, pero desde luego nadie podrá negar que la cosa tiene su lógica…
En Escandinavia y Finlandia, en muchos camping aceptan el carné internacional sin problemas (normalmente si la estancia es una noche noche o dos lo más habitual es pagar en el momento del registro), pero dado que allí disponen de su tarjeta específica, la “Scandinavian Camping Card” (aparte de las tarjetas “propias” de cada país), cabe la posibilidad de que en algún camping en particular os veáis obligados a “contratar” obligatoriamente la dichosa tarjeta a pesar de poseer la internacional. A cambio hacen descuentos en la estancia, cosa que no aplican con la CCI.
Eso fue lo que nos pasó en Helsinki, al registrarnos en el “Rastila Camping”. (ver viaje a cabo norte 2004). Tuvimos que “hacernos” la dichosa “Scandinavian Camping Card”, por narices, por 6 €. A cambio nos hicieron el descuento sobre la tarifa, que no recuerdo a cuanto ascendió, pero creo que más o menos fue lo comido por lo servido. Una de las ventajas de la “Scandinavian” es que el presentar la tarjeta en la mayoría de los camping finlandeses conlleva un descuento. Lástima que el “Rastila” fuera el último camping que visitamos en Finlandia, porque con anterioridad ni en Inari, ni en Rovaniemi, ni en Porvoo, ni nos ofrecieron la tarjeta ni nos preguntaron por ella, pagamos al llegar y punto. En el “Rastila” nos entregaron una tarjeta “provisional” de cartulina y, al cabo de unas semanas, recibimos en nuestro domicilio “la de plástico”, un servicio genial, pero para lo que nos sirvió…; Tampoco recuerdo si al registrarnos en el camping de Estocolmo nos hicieron o no descuento. En cualquier caso fue la última oportunidad de “usar” nuestra “tardía” Scandinavian en su zona de influencia…hasta nueva visita, claro;
En suma, me parece muy interesante el CCI y si alguien no lo tiene, no sería mala opción empezar a plantearse el hacerse con él, aunque eso implique la obligatoriedad de federarse a través de algún club campista (lo que también tiene su encanto).