rganizado (Viaje)
Es bien sabido que los viajes organizados cumplen una función social y por eso no seré yo quien los vitupere.
Gracias a ellos mucha gente puede visitar lugares, cercanos o lejanos, que por su cuenta quizás jamás conocería.
Y gracias a ellos existen las agencias de viaje.
Y gracias a ellos Benidorm, Torrevieja o Salou funcionan en invierno y se abarrotan en verano.
Y reconozcamos también que, a la hora de viajar a algunos países no demasiado seguros, los viajes organizados resultan de lo más oportuno.
Lo que ocurre es que a mí me tientan poco. S
in ir más lejos lo que menos me seduce es estar sujeto a horarios, tener que ir en procesión detrás de un guía con paraguas de colorines o esos interminables recorridos en autobús para ir recogiendo o dejando al resto de compañeros en sus hoteles.
Claro que cuando hay que organizar un viaje con los amigos… ¡Me pido ser el del “paraguas de colorines”!