iempo (Mal)
“Se sale porque nunca se sabe”.
Años atrás se me ocurrió este adagio, esta sentencia para conjurar con humor los temores y las dudas que producen los siempre fastidiosos pronósticos de mal tiempo antes de salir de viaje. ¡Y más ahora con Internet a mano!
Tampoco será ni la primera vez (ni la última) que ponerlo en práctica ha sido un acierto rotundo.
Salvo que las predicciones chungas sean muy sólidas y contratastadas, vale la pena arriesgarse.
Y ya que empezamos con un adagio, terminaremos con otro: “¡El cielo sonríe a los audaces!”.