ducación
¿Viajeros? Por supuesto. ¿Educados? También.
La educación, la urbanidad, la cortesía o la amabilidad son atributos esencialmente humanos que habrían de adornar mucho más a todas las personas, viajeras o no.
Viajando apreciaremos especialmente encontrar esos rasgos en los demás. Y seguramente nos quejaremos amargamente cuando no sea así.
Ojalá todo el mundo se propusiera ser educado, respetuoso y amable con la gente. Y cada uno consigo mismo. Viviríamos mejor. Viviríamos más contentos y, de paso, haríamos la vida más fácil a los que nos rodean.
Y también dejaríamos a la Humanidad y a nuestro país en buen lugar.