astronomía
Gastronomía y viajes son las dos caras de la misma moneda.
A los que nos gusta comer y probar las especialidades de cada lugar o país, la gastronomía es uno de los motores que nos empujan a viajar.
”Dime qué comes y te diré quién eres” dice un adagio popular. Y algo hay de cierto en ello.
Probar los guisos, los quesos, los vinos, los frutos y vegetales o los embutidos típicos de cada lugar no sólo nos permite disfrutar con los cinco sentidos, también nos amplía la mente (y el estómago si nos descuidamos) y es una de las mejores maneras de captar y sentir eso que llaman “el alma del lugar”.
Pongámoslo a prueba. Adivina qué tierra se esconde detrás de… la butifarra, la paella, las ñoras, el pescaíto frito, la sobrasada, las papas arrugás, el morteruelo, el jabugo, los bocadillos de calamares, el lechazo asado, la tortilla de verduras, los adoquines, el bacalao al pil-pil, el queso de “Roncal”, la quesada, el cabrales o el pulpo “a feira”...
Espectacular "Choucroute Royale" alsaciano (Obernai)