uía de viaje
Para mí las guías de viaje siguen siendo insustituibles a la hora de preparar un viaje a fondo, de esos de “como Dios manda”.
Ciertamente Internet ha llegado para echarnos una mano, pero todavía queda mucho para que una web, por completa que sea, pueda superar lo que ofrece una buena guía.
Lo que más me gusta es que las guías nos ilustran, de una tacada, los principales puntos de interés de un país o de una zona.
Así es mucho más fácil hacerse una idea de lo que podemos ver y, consecuentemente, elegir los destinos.
A fin de cuentas eso y no otra cosa es organizar un viaje.
Y casi nunca suele bastar con una sola guía. Prefiero usar varias y, una vez elegidos los destinos, rematar finalmente la cuestión viendo fotos de esos lugares de interés en Internet.
Así podemos “ver” si lo que el redactor dice en la guía coincide o no con lo que esperamos.
¡Antaño maricastaño hemos hecho kilómetros y más kilómetros para acabar llegando al lugar y experimentar unas irrefrenables ganas de dar de collejas al autor de la guía por su desmedido entusiasmo!
Lo dicho, ¡Las guías siguen siendo sacrosantas y no las cambiamos por nada!