Recorrimos por primera vez el país del vals y de Sissí en 1995, pero las experiencias de ese viaje nunca vieron la luz. Aún no había llegado el momento de escribir sobre viajes…
Austria es un país precioso y con multitud de encantos y por eso hemos vuelto en varias ocasiones, aunque de manera parcial, como parte de otros viajes.
En 2005, durante nuestro viaje por Suiza, hicimos un par de escapadas a Austria, visitando Bregenz, junto al lago Constanza e Innsbruck, la capital del Tirol.
En 2006, camino de Hungría y Chequia, cruzamos Austria y, como no podía ser de otra manera, le dedicamos parte del tiempo de viaje, siempre menos del que quisiéramos. Regresamos a la maravillosa Hallstatt, en el Salzkammergut; recorrimos parte del Tirol, incluyendo una nueva visita a Salzburgo. Pasamos por la abadía de Melk, camino de Viena, donde pasamos una tarde antes de entrar en Hungría. De vuelta del país magiar, más de Austria: Graz, Linz y Freiestadt.
En 2007, esta vez rumbo a Alemania del Este y Berlín, hicimos una nueva parada en el Tirol: Kufstein, el valle del Inn y el jardín alpino de Kitzbühel, incluyendo la cueva de hielo gigante. Una visita “heladoramente” curiosa.