El seguro de asistencia en viaje para el coche y otros vehículos tienen una amplia difusión y hoy en día raro es el vehículo que su seguro no incluya esa cobertura. Sin embargo lo que ya no es tan “normal” es que la mayoría de la gente “sepa todo lo que nos cubre”.
Y tampoco es habitual entre los caravanistas caer en la cuenta de que el seguro de asistencia en viaje del coche –que cubre la asistencia al remolque si el coche sufre algún problema-deja de hacerlo si el problema es propio del remolque o de la caravana. En ese caso habrá que contratar un seguro de asistencia propio del remolque, pero más adelante trataremos este tema con más detalle...
"Pinchazo" en ruta. Gajes del oficio.
Al tratar el tema de los seguros sanitarios en viaje, ya hemos mencionado que una de las coberturas que suele incluir el seguro de asistencia en viaje, dependiendo de cada compañía, es un cierto nivel de protección, -a menudo insospechado-, en caso de enfermedad: asistencia sanitaria, dental, hotel para acompañantes, traslados, etc.; en casos peores, como sería una defunción, suele incluir la repatriación del cadáver y otras ayudas para los familiares.
Pero no acaba ahí la cosa, por eso lo mejor es leerse el condicionado de la póliza y aprender todo lo que tenemos a nuestra disposición por si fuera de menester: ayuda en pérdida de llaves o documentación, préstamo de efectivo en caso de robo, coche de alquiler en caso de avería o accidente y muchísimas cosas más.
Lo más frecuente y cotidiano para el coche o autocaravana es el uso de la grúa en caso de avería o accidente o el cambio de una rueda, pero una cobertura crítica que hay que comprobar bien si nuestra póliza incluye o no y en qué supuestos y condiciones, es la llamada “repatriación del vehículo”.
De todas maneras antes de ver con más detalle el asunto de la “repatriación”, no estará de más estudiar detenidamente el alcance de la cobertura de grúa. Lo principal es que cubra desde el km. 0, o sea desde casa, pero tampoco hay que echar en saco roto la cuestión del “límite económico”.
Puede ser que la cobertura cubra sólo hasta el taller más próximo al lugar del siniestro o que la póliza estipule una cantidad de dinero como máximo para cubrir los gastos de la grúa. En ese caso deberemos pensar si tal límite es suficiente para hacer frente a un posible imprevisto con las tarifas de mercado vigentes o si no, pensar en cambiar la póliza a otra que tenga mayores coberturas.
Por lo tanto una buena póliza de asistencia en viaje debe cubrir bien el uso de grúa y ofrecer, como complemento, coche de alquiler si la reparación dura más de un cierto tiempo y alojamiento para los ocupantes del vehículo siniestrado.
Hemos tenido varias experiencias en Francia y Gran Bretaña con el servicio de grúa. Por supuesto ahí el teléfono móvil juega un papel esencial, por lo que conviene llevarlo siempre con batería cargada y saldo suficiente si es de tarjeta prepago, que nunca se sabe cuándo habremos de usarlo. Por eso mismo es muy apañado tener debidamente registrados en el móvil los teléfonos de la aseguradora de asistencia en viaje, en España y desde el extranjero.
Si tenéis que llamar a un número de teléfono francés, es importante recordar que el primer “0” de su numeración no hay que marcarlo desde nuestros teléfonos.
En caso necesitar grúa, primero hay que ponerse en contacto con la compañía y comunicarles el siniestro.Ellos nos indicarán el proceso a seguir y en la mayoría de las ocasiones nos enviarán una grúa, excepto cuando estemos circulando por una autopista de peaje…; en ese caso la cosa se complica porque resulta que las concesionarias de las autopistas de peaje tienen en exclusiva el servicio de grúa en sus dominios.
Eso significa que nuestra compañía no podrá mandarnos la grúa directamente sino que nos tocará ir andando a uno de los postes de SOS de la autopista a pedirla… o sea, una faena gordísima, porque suelen estar, con suerte a unos 2 km. de distancia entre sí. Por supuesto, en caso de “paseo forzoso” nunca nos olvidemos de ponernos el chaleco reflectante, eh.
Pues bien, una vez avisados –dependiendo del país, el idioma sí puede ser un problema- nos mandarán la grúa. Si disponemos de GPS podremos darles nuestra situación exacta lo que ayudará a que nos localicen en el menor tiempo posible.
Al llegar la grúa, seguramente vuestra compañía ya os habrá advertido que hay que llamarles (o te llaman ellos) para confirmar si la grúa de la autopista acepta pasarles a ellos la factura directamente o, si no, ya sabemos que nos tocará adelantar el dinero y luego reclamarlo a la aseguradora. Ese es el peor de los casos, claro, lo que nos recomienda, al tiempo, recordar de llevar siempre encima una cierta cantidad de dinero en efectivo. La última grúa en francia, ver viaje a alsacia 2006, costó más de 200 euros. Afortunadamente lo pagó directamente la compañía.
Al hilo de lo anterior, una buenísima idea es tener la previsión de anotar el número de teléfono de la asistencia en viaje de la autopista por la que circulemos. No todas lo anuncian, pero por ejemplo las autopistas y autovías portuguesas tienen cartelones enormes con su número de teléfono. Si hemos sido precavidos, en caso de percance, nos ahorraremos un problema y ganaremos tiempo…
Sobre todo viajando al extranjero, la “repatriación del vehículo” es una cobertura fundamental, pues si la avería o el accidente es muy importante y requiere varios días de reparación, en ese caso nos lo llevarán a nuestro país. ¿Os imagináis un percance de ese tipo en los fiordos?. Pues bien, después de todos estos comentarios, ahora llegamos al punto clave…
¡El seguro de asistencia en viaje propio de la caravana!.Puede que penséis, con buen criterio ciertamente, que el seguro del coche cubre el traslado de la caravana y, en tal caso, para qué narices haría falta una póliza exclusiva para la caravana o remolque.
El razonamiento es que, en efecto, el seguro de asistencia del coche cubre el traslado de la caravana… ¡cuando el vehículo averiado es el propio coche!. Si el problema está en la caravana, entonces“naranjas de la China”… y nos quedaremos en la cuneta con cara de panolis, obligados a soltar dinerito contante y sonante a espuertas para salir del trance…
Eso fue precisamente lo que nos pasó a la vuelta de Inglaterra en 2003. Al llegar a uncamping próximo a Angoulême, ¡menuda suerte tuvimos!. El rodamiento derecho de la caravana dijo basta y, además, se rompió el eje. Como no sabíamos lo del seguro propio de la caravana, pues podéis imaginaros… la historia, dolorosa y afortunada a la vez, la podéis leer enel relato del viaje a Inglaterra-Gales 2003.
La consecuencia lógica de todo eso fue llegar a casa y contratar, de inmediato, el seguro de asistencia en viaje para la caravana. La tenemos asegurada en la compañía ARAG y la prima no llega a 20 € al año. Todos nuestros amigos campistas, por supuesto, ya tienen la suya. Y es que cuando las barbas de tu vecino veas pelar…
Como las coberturas más necesarias para la caravana son la grúa, la repatriación, y la protección de los ocupantes en caso de siniestro, comprobad que la póliza de vuestro interés cubra bien esas garantías. Por supuesto las coberturas serán las mismas que la del seguro del coche, lo que hay que tener en cuenta por si necesitáis echar mano de alguna.
Resumiendo... ¡A por el seguro de asistencia en viaje para vuestra caravana…!