Legalización y revisiones de la instalación de butano/propano de la caravana o autocaravana.
Si como propietarios de una caravana o autocaravana utilizamos bombonas de butano de las de 12,5 hg. -o mejor aún de propano que resiste mejor la congelación que el butano- entonces deberemos legalizar la instalación de nuestro elemento de acampada con un instalador autorizado.
En España, en Cepsa o en Repsol. En la web www.repsol.com, de Repsol, se da una buena información sobre los pasos a seguir sobre esa importante formalidad, de tanta importancia para la seguridad general, y que tiene como fin comprobar que la instalación cumple todos los requisitos legalmente exigidos.
Si sólo utilizamos la pequeña bombona azul, entonces no estamos obligados a legalizar la instalación de gas de nuestra caravana o autocaravana y nos valdrá la documentación original del vehículo.
Ojo, no debemos confundirnos; el que la caravana venga de fábrica con la instalación ya hecha no nos exime de tener que hacer un contrato de suministro con empresa autorizada, así como la inspección y las revisiones a su debido tiempo, por personal técnico autorizado, si utilizamos las bombonas grandes, insistimos.
El modo de llevarlo a cabo es sencillo. Bastará con contactar con el distribuidor Repsol o Cepsa de la localidad y solicitar la correspondiente inspección. Si la caravana está estacionada dentro del casco urbano muy probablemente el inspector vaya donde está, como así fue en nuestro caso.
Si no, seguramente os pedirán que la acerquéis a su oficina o almacén para inspeccionarla allí. Los papeles los dan en el momento a cambio de una tasa no muy elevada. Ahora no recuerdo bien cuánto fue, pero fueron veintitantos euros.
Claro que también es posible que la persona que os atienda no sepa muy bien de qué va el percal porque todavía no es demasiado frecuente, por desconocimiento, ese trámite en las caravanas. Insistid y asunto resuelto.
Tenemos entendido que la falta de inspección de la caravana o autocaravana podría ser sancionada, por la Guardia Civil, hasta con 1.500 € de multa, pero lo cierto es que a pesar de haber buscado con ahínco en internet la legislación donde se estipula tal cosa, no la he encontrado. Si alguien lo sabe, le agradecería mucho que nos lo comunicase.
En cualquier caso, sólo por la seguridad que supone hacerlo, merece la pena. Y, por supuesto, no hay que olvidarse de pasar las revisiones periódicas de la instalación, tal y como sucede con la instalación de gas de nuestra casa.
Independientemente de la legalización de la instalación, lo que está claro es que debemos, por la seguridad de todos, controlar la caducidad del tubo de gas y llevar el tipo de regulador adecuado a cada tipo de bombona. Si usamos propano, que es lo mejor para el campismo, tendremos que cambiar también el regulador, pues no es el mismo que necesita el butano.
En fin, en Internet no faltan web donde dan excelentes consejos sobre la utilización y mantenimiento de la instalación de gas de nuestro elemento de acampada. En la siguiente web, encontraréis un buen artículo al respecto: http://www.viajarenautocaravana.com/articulos_detall.php?idg=7488