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PArís, “Disneyland París

y el “Parc Astérix


Cómo preparar un viaje de ensueño

y mucho, mucho más

 

Es curioso, pero por unas cosas u otras nunca he llegado a dedicar en mis relatos la atención que la Ciudad de la Luz se merece. Más cuando tenemos ya un buen puñado de visitas a cuestas, tanto a los parques como a la capital francesa y siendo, como es, uno de los destinos predilectos de los españoles.

 

París no es sólo París. Dos de los mejores y más interesantes parques de atracciones de Europa están a sólo un paso de la Tour Eiffel. Y Versailles o los famosos Castillos del Loira que también están a un tiro de piedra.

 

Pocos destinos reúnen tantos alicientes como éste, que nos ofrece unas auténticas vacaciones de ensueño al alcance de la mano.

 

Llegó pues la hora de saldar cuentas… ¡París, Disneyland y el Parc Astérix nos esperan!

 

 

Aquí encontrarás todo lo que hace falta...

 

- LA ESTANCIA: ¿Cuántos días necesitaremos?

·         Días en París

·         Días en Disneyland París

·         Días en el “Parc Astérix”

 

- EL ALOJAMIENTO: ¿Camping u hotel?

·         Camping en París

·         París y Disney en hotel

 

- EL APARCAMIENTO: París y Disney

 

- VIAJAR CON MASCOTAS: Disneyland y Parc Astérix

 

 

Cómo planificar las visitas:

·       

- A DISNEYLAND PARIS:

·        Disneyland París

·        Studios Disney

·       

- AL PARC ASTÉRIX

 


- A PARÍS:

·        La tarjeta “París Pass”

·        La Tour Eiffel

·        Montmartre y el Sacré Coeur

·        París en Navidad

·        Los “bouquinistes” del Sena

·        El Museo del Aire y del Espacio - www.museeairespace.fr

·         La Catedral de Notre-Dame - www.notredamedeparis.fr

·        Los “Inválidos”, la tumba de Napoleón y el Museo del Ejército Francés

·        París: El transporte público

 

 

 

Los “Complementos” a París:

 

                    Los Castillos del Loira

·        El Palacio de Versailles

·        Le Mans y Chartres

·        “Futuroscope” y Poitiers

 

 

 
 

¿CUÁNTOS DÍAS DE ESTANCIA NECESITAREMOS?

 

¡Buena pregunta! Sin embargo la respuesta dependerá de muchos factores: si es o no la primera visita; si queremos incluir los parques de atracciones o no; si los museos entran o no en nuestro plan de viaje; si nos alojamos en un hotel céntrico o en un camping de los alrededores; si viajamos con niños o no; en fin, que hay tantas posibilidades como humanos hay en el mundo, pero basándonos en nuestra experiencia procuraremos dar algunas claves para que cada cual “diseñe su viaje ideal”.

 

El planteamiento pasará por recorrer París visitando, por lo menos, lo más granado de la ciudad. Disney y el Parc Astérix formarán también parte del plan de viaje.

 

Días en París:  Para una primera visita detenida y sin demasiadas prisas, estará bien prever, como mínimo, 3 días completos y mejor aún 4 si es posible.

 

Evidentemente cada cual habrá de organizar su estancia de acuerdo a sus gustos y preferencias, pero siempre teniendo en cuenta que en verano y fechas señaladas del año hay mucha gente y que las colas suelen ser largas.  

 

París: El Sena y la Conciergerie

 

Un factor a tener muy en cuenta para que el día no termine peor de lo que esperábamos. La experiencia propia y ajena nos dice que un par de horas de cola para subir a la Torre Eiffel o a ver las gárgolas de Notre-Dame no es ninguna cifra descabellada…

 

 

Días en Disneyland París:  Para una primera visita, al menos 2 días en el “Disneyland” y otro más en el “Studios”. Tres días sería, pues, lo mínimo para disfrutar de lo mejor de ambos parques. 

 

 

 

Si además no nos queremos dejar en el tintero ninguna atracción ni cabalgata ni tienda (las tiendas -compremos o no- son atracciones en sí mismas y ninguna es igual a otra) ni los espectáculos, entonces habría que pensar -mal que le pese a la fatiga y al bolsillo- en un par de días más, pues salvo en temporada baja, las colas suelen ser tremendas y eso “resta tiempo a cañón”, incluso con “Fast pass”, pero eso ya lo veremos más adelante. Evidentemente la única manera de compensar el tiempo “evaporado” en las enervantes esperas será echar mano de más días de estancia para poder disfrutar de todo lo que Disney ofrece, que es mucho. Eso o volver en otra ocasión, claro.

 

 

Días en el “Parc Astérix”: Para una primera visita, un día puede valer siempre y cuando se esté en la puerta a la hora de apertura y nos conformemos con lo principal. Es un parque mucho más pequeño que Disney, pero tampoco es una caja de cerillas que se vea en un abrir y cerrar de ojos. 

 

 

 

Una pega respecto a Disney es que el horario es mucho más reducido, pues en pleno verano cierra a las siete de la tarde, lo que es una auténtica faena y proporcionalmente encarece notablemente la visita, aunque su precio sea sensiblemente más bajo. Además las fechas de apertura son mucho más limitadas.

 

De todas maneras si lo que nos motiva es disfrutar del “mundo Astérix” y las atracciones son algo secundario, es bien posible que un día nos deje más que satisfechos. El poblado galo está muy bien resuelto y destaca sobre la media del resto del parque.

 

A diferencia de Disneyland, en general las atracciones son más “clásicas”, con abundancia de atracciones de “emociones fuertes” (montañas rusas, etc.), aunque las hay para todo tipo de gente. El “Desafío del César” nos gustó especialmente.

 

No obstante si somos unos forofos de las atracciones y los espectáculos nos resultan imprescindibles, entonces haremos bien en prever otro día más para que la visita al “Parc Astérix” resulte plenamente satisfactoria.

 

 

Conclusión a la previsión de días de estancia: Las matemáticas nos dicen que para disfrutar “a gusto” de una estancia parisina, parques incluidos, habremos de contemplar, como poco, una horquilla comprendida entre un mínimo de 7 días de estancia (3 en París, 3 en Disney y 1 en Parc Astérix) y unos 12 días (5 en París, 5 en Disney y 2 en Parc Astérix), más los correspondientes días de viaje, que serán más o menos en función de la distancia a nuestro domicilio y de si vamos a hacer o no visitas intermedias, como por ejemplo echar un vistazo a los afamados Castillos del Loira o al Palacio de Versailles, lo cual puede añadir otros tres o cuatro días más al viaje.

 

 

 

EL ALOJAMIENTO... ¿Camping u Hotel?

 

Esta es fundamentalmente una web campista, así que partiremos de la premisa de que nos alojaremos en uno de los camping de los alrededores de París, aunque bien pudiéramos plantearnos la estancia en un hotel o en un apartamento de alquiler. Y de hecho así lo planteamos más adelante. Así que no se corten los que no vayan a ir de acampada.

 

Sea cual sea la opción elegida, conviene tener claro que tanto si vamos con nuestra tienda, caravana o autocaravana como si nos alojamos en el hotel, tendremos ventajas e inconvenientes en función del medio elegido. Eso sí, en algo coincidirán todas… ¡Ninguna será especialmente barata!

 

Como hemos experimentado ambas situaciones al menos podemos hablar con conocimiento de causa y por eso tenemos una ligera idea de lo que puede dar de sí cada una de ellas.

 

 

El camping en París:

 

En los alrededores de París no faltan los camping, aunque ninguno está especialmente bien comunicado con el centro parisino. Al menos los que nosotros conocemos y que son los que comentamos aquí, sin pretender en ningún momento hacer un repaso exhaustivo a toda la oferta campista disponible.

 

En nuestras dos últimas visitas nos hemos alojado en el camping “Île-Demoiselle”, en Annet sur Marne. Es un camping sencillo, pero con una buena relación calidad-precio para estar entre París y Disney, muy válido como “base de operaciones”, pues está cerca de “La Francilienne”, la autovía A-104 que forma el anillo exterior de circunvalación de París, lo que favorece los desplazamientos. Al aparcamiento de Disney hay 19 km y tardamos 23 minutos. Al centro de París, en coche, hay 45 km y tardamos 45 minutos. No es gran cosa para una mega-ciudad como París, pero lleva su tiempo. No tiene buena conexión en transporte público, pero disponiendo de coche ese problema se solventa y es una opción a considerar. 

 

Camping Île-Demoiselle - Annet sur Marne (París)

 

De todas maneras el camping “Île-Demoiselle” puede ser una buena opción de compromiso. Así con un único camping cubriremos ambas visitas. Incluso para el “Parc Astérix” está también excelentemente situado. Más info en www.ile-demoiselle.fr

 

De hecho desde que lo conocimos hemos pasado de los otros camping de la zona. Antes del “Île-Demoiselle” nos alojamos en dos ocasiones en el “Parc de la Colline”, en Torcy, bastante cercano al anterior. No obstante al buscar ahora su web, Google informa que está cerrado, aunque no hemos encontrado ninguna noticia que lo confirme, pero es sospechoso que su propia web ya no esté disponible como antes.

 

En cambio en  los primeros viajes nos alojamos en Champigny sur Marne, en el “Camping Paris Est” (www.campingchampigny.paris/es). Como han pasado muchos años desde nuestra última visita, esperemos que haya cambiado a mejor. Es mucho más caro que la media de los camping franceses del mismo nivel y dispone de autobús en la puerta que lleva a la estación de Joinville-le-Pont del RER, el tren suburbano, para poder llegar al centro de la ciudad, a la estación de Châtelet-Les Halles.

 

El camping más cercano al centro de la ciudad es el “Bois de Boulogne” y actualmente tiene unas buenas instalaciones, pero es bastante caro. Si el plan es estar varios días en París, puede que sea una opción muy a tener en cuenta, pues reduciremos el tiempo de desplazamiento y posiblemente también será más barato el transporte público, aunque tampoco tiene el metro cerca. Para llegar al metro hay que coger un bus o el autocar que el camping pone a disposición del campista que le llevará a la entrada del metro de “Porte Maillot” al "módico precio de dos euros por trayecto (en 2015).  En París el coche es, casi siempre, un estorbo y en muchas horas del día el tráfico es demencial. Los motoristas tampoco ayudan demasiado pues intentan colarse por cualquier resquicio por pequeño que sea.

 

 

El camping del Bois de Boulogne - París

 

Lo mejor es que el camping ahora está regentado por una de las mejores cadenas de camping de Francia, Índigo, lo que es una buena noticia porque asegura un mejor estado de las instalaciones, que son muy buenas. Las parcelas son amplias, aunque no los viales.

 

Anteriormente el camping no gozaba de muy buena fama. Lógicamente no es barato, dos personas, parcela y electricidad se va por encima de los 40 euros en temporada alta, pero me parece una opción muy a tener en cuenta si la intención se limita a visitar la ciudad. Asumiendo que generalmente estará abarrotado y que posiblemente por ello será ruidoso, algo bastante común a muchos camping de gran ciudad, puede ser una buena opción siempre y cuando os aseguréis la reserva previamente en temporada alta.

 

Nosotros hemos estado en octubre 2015 y estaba bastante lleno, aunque había plazas de sobra porque es muy grande. Por el contrario no es recomendable para las visitas a Disney, salvo que vayamos un único día, pues está justo en el lado opuesto, a 50 km del parque y a más de una hora de coche. Más info en  www.campingparis.fr

Para cerrar el capítulo dedicado a los camping parisinos y para optimizar la estancia, nuestras recomendaciones son las siguientes:

 

Si la estancia en París y Disney no va a ser de más de dos días respectivamente, el camping “Île-Demoiselle” puede ser una buena opción de compromiso. De esta manera con un único camping cubriremos ambas visitas. Incluso para el “Parc Astérix” está también excelentemente situado.

 

Si la estancia en París va a superar tres o más días y lo mismo ocurre con Disney, quizás fuera más interesante plantearse dividir la estancia entre el “Bois de Boulogne” para visitar la ciudad y después trasladarse al “Île-Demoiselle”, en Annet sur Marne, para disfrutar del parque de atracciones. Si viajamos en autocaravana podemos pernoctar en el parking del “Disneyland”.

 

Parking de Disneyland París.

 

El parking es de pago. En 2014 costaba 15 €/día para los coches y 20 € para las autocaravanas. Las caravanas no tienen autorizado el aparcamiento. En el “Astérix” sí es posible aparcar con la caravana. De todas maneras conviene confirmarlo previamente, pues puede haber cambiado la normativa. 

 

Disney: El acceso a los parques desde el aparcamiento

 

 

París y Disney en Hotel

 

Quien no disponga de un elemento de acampada o simplemente prefiera alojarse en hotel o apartamento, aquí encontrará nuestras recomendaciones.

 

En diciembre de un ya lejano 2003 vivimos las navidades parisinas en primera persona. Dejamos la caravana en casa y estuvimos recorriendo tranquilamente la ciudad durante cuatro días, alojados en un hotel en la zona de Ópera. También descubrimos “la navidad Disney” desplazándonos en el RER. A pesar de ser un día de diario de primeros de diciembre, estaba tan abarrotado de gente que si llega a ser nuestra primera visita al parque nos da un patatús. ¡No se podía ni andar!

 

Si sólo vamos a visitar París, solos o en pareja, la alternativa del avión o tren+hotel es posiblemente la más recomendable por la comodidad que supone. Un hotel céntrico hace la estancia mucho más agradable para pasear y recorrer la ciudad.

 

Por supuesto nada impide ir a París con nuestro coche -es más, será lo más habitual en la mayoría de los casos- pero entonces deberemos tener en cuenta que habrá que aparcarlo en alguna parte -con el sobrecoste añadido- porque para visitar la ciudad será casi más un estorbo que una ayuda, aunque es perfectamente posible plantearse “recorrer” los puntos más alejados en nuestro vehículo y “pasar” del transporte público, que tampoco es especialmente barato.

 

A fin de cuentas podemos visitar en coche la Torre Eiffel, la Défense, el Arco de Triunfo o Montmartre y el Sacré Coeur e ir aparcando cerca de los monumentos. Puede que terminemos pagando algo más al cabo del día que  si no movemos el coche, pero con el ahorro en transporte público es una opción a considerar. Aunque el tráfico en París no se diferencia del de cualquier otra mega-urbe, con ganas, un GPS bien programado y en domingo o durante Agosto, circular por París no tiene porqué ser una tortura. En días laborables o fuera de julio y agosto habrá que armarse de paciencia como habría que hacerlo en Madrid o Barcelona. 

 

   

El Sacré Coeur

 

París desde el Sacré Coeur de Montmartre

 

Bastará con “agrupar” en un mismo día todas esas visitas y verlas con el coche y dejarlo tranquilo el resto de días que dediquemos al centro de la ciudad. En fin, las posibilidades son múltiples y variadas.

 

Viajando en familia surge la duda de si optar por el hotel o un apartamento. Dependerá del número y edades de los chicos el que podamos apañarnos con una única habitación. Si es necesario reservar más de una habitación, la opción del apartamento gana enteros. Unos amigos se alojaron en un apartamento céntrico y su experiencia fue muy satisfactoria. Después completaron el viaje en un hotel temático cercano al Disneyland.

 

 

Disney en Hotel.

 

Si pensamos completar el viaje a París con varios días en Disney, puede ser especialmente interesante optar por alojarnos bien en uno de los hoteles Disney bien en uno de los hoteles temáticos de Marne-la-Vallée.

 

 

París y Disney en coche. El aparcamiento.

 

En ambos casos el coche es más un estorbo que otra cosa, especialmente porque aparcarlo no es barato y porque lo necesitaremos más bien poco. Claro que podemos hacer algo para que el trance de pagar por aparcar sea lo menos doloroso posible.

 

París en coche.

 

Si nos alojamos en uno de los camping y nos desplazamos al centro de la ciudad en coche, tendremos que aparcarlo en uno de los aparcamientos públicos. El coste por un día de parking en el centro rondará los 27-30 euros, con un coste de 3,5 €/hora de media. Se puede localizar un parking y consultar tarifas en www.parkopedia.fr

Si no vamos a utilizar el transporte público y somos dos o más personas, la opción de ir al centro de París en coche es más que interesante. Podemos aparcar en el parking que hay junto al ayuntamiento, el Hôtel de Ville, y desde allí pasear las calles y monumentos parisinos más típicos.

 

Como la Torre Eiffel o Montmartre y el Sacré Coeur están lejos del centro, recurrir al transporte público puede ser necesario. En ese caso si al coste del metro hay que añadirle el del parking del coche, hay que empezar a hacer cuentas para optimizar los costes en función del número de desplazamientos y de personas.

 

Aparcar el coche varios días sin tocarlo.

 

Para esos casos la clave está en encontrar un parking lo más barato posible lo más cerca de nuestro alojamiento. Pura lógica.

 

Si el coche va a estar quieto varios días, para aligerar los costes podemos dejarlo en el aparcamiento del Hospital de Saint Louis, en la Av. Claude Vellefaux de París. No es muy céntrico, pero la parada de metro de “Goncourt” pilla a 200 metros y tiene unas tarifas diarias considerablemente menores que los aparcamientos más céntricos: 14 euros por ocho horas de estacionamiento, 15 € por 10 horas y 17 € por 24 h. en 2014. 

 

Tarifas 2014 del parking del Hospital St. Louis - París

 

Una cuestión interesante y que puede decantar la elección de un parking u otro es que podamos mover el coche y no por ello dejen de cobrarnos la tarifa “24 horas”. Algunos parking sólo aplican dicha tarifa si el coche no se mueve. Eso no suele interesar, salvo que tengamos la absoluta certeza de que no vamos a necesitar moverlo o que sea la única opción “interesante” a mano, claro.

 

En 2014 y estando alojados en el camping “Île-Demoiselle” pasamos un sábado de agosto en París. En coche, desde el camping al parking tardamos 45 minutos tanto a la ida como a la vuelta. Una vez en París compramos el billete “Mobilis de 1 día para las zonas 1-2” que nos costó 6,80 euros a cada uno.

 

Nosotros lo hicimos así porque el plan de visitas para ese día precisaba usar imperiosamente el metro y puestos a tener que gastar dinero en transporte público, valía la pena ahorrar algo en el parking. De no haber sido así hubiéramos aparcado en el centro, junto al ayuntamiento.

 

En agosto aparcar en las calles del centro parisino es gratis, ya que la ORA no funciona. Otra cosa es encontrar un hueco, sin olvidar que el coche estará en plena calle.

 

 

Disneyland en coche

 

Al parque Disney se puede llegar tanto en el RER, el tren suburbano, (hasta la estación de Marne la Vallée-Chessy, situada junto a la entrada de los parques y del Disney Village) como en nuestro propio coche o autocaravana.

 

Con el coche tenemos dos posibles aparcamientos: el general del parque y el cubierto que da servicio al “Disney Village”. Este parking se paga por horas porque da servicio a los cines y al Disney Village, pero si la estancia es larga, el coste por día es idéntico al aparcamiento general del parque, 15 €/día en 2014.

 

El parking cubierto “Disney Village”

 

Muy recomendable si vamos a ir al parque temprano porque, al ser mucho más pequeño, será más fácil encontrar sitio. Sus principales ventajas es que cuesta lo mismo que el otro, pero a cambio tenemos el coche a cubierto, sin agua y sin sol, y estaremos a un paso de la entrada de los parques.

 

Para llegar a ese aparcamiento tenemos que estar ojo avizor. Nada más entrar en las carreteras desdobladas que dan acceso al Resort Disney encontraremos una bifurcación. Pues bien, para llegar al Disney Village y su parking es necesario desviarse a la derecha y seguir las señales “Disney Village - Gare TGV - Hôtels Disney”.

 

Si nos saltamos ese desvío y seguimos de frente llegaremos a las taquillas del “Parc Disneyland” y “Studios Disney”. Si aún así seguimos prefiriendo llegar al otro aparcamiento, tenemos una salida a la izquierda de las taquillas.

 

Importante: El parking del “Disney Village” no es válido para quienes dispongan de aparcamiento gratuito por alojarse en uno de los hoteles; para quienes no vayan en coche (por la altura) o si pensamos dejar nuestra mascota en el “Pet Center” mientras visitamos los parques.

 

 

LAS MASCOTAS Y LOS PARQUES DE ATRACCIONES

 

Disneyland París y las mascotas

 

Es perfectamente posible viajar con nuestra mascota y no por ello renunciar a Disney. Junto al aparcamiento general se encuentra el “Animal Care Center”. 

 

   

El "Animal Care Center"

 

La recepción del "Animal Care Center"

 

Lo hemos usado ya tres veces con nuestra perrita. Funciona de maravilla y se puede dejar a la mascota con toda tranquilidad. El control en la recepción y la entrega es total y está muy bien montado. Costaba 10 € todo el día en 2014 e incluye la comida, si se quiere. Se puede sacar a pasear al perro siempre que se quiera. Es necesario llevar en regla el pasaporte del animal. También es muy conveniente llevarle una colchoneta o manta para que esté cómodo, porque aunque las jaulas (de diferentes tamaños) están muy limpias, el acero es poco acogedor. Todas las jaulas están a cubierto, dentro del edificio.

 

No olvidéis que ellos no los pasearán, así que durante la jornada será necesario hacer una o dos salidas del parque para dar una vuelta al chucho, estire las patas y haga sus necesidades. Desde la entrada de los parques al Pet Center habrá unos 8-10 minutos andando, que es la misma que al aparcamiento.

 

Atención. No es imprescindible, pero si muy aconsejable indicar al taquillero del aparcamiento que lleváis una mascota. En ese caso os dará un código numérico para acceder a un recinto especial del aparcamiento que os dejará justo al lado del “Pet Center”. Sólo hay que seguir las señales indicadoras.

 

De esa manera tendréis dos importantes ventajas: tener el coche a mano cuando saquéis a pasear al perro y estar muy cerca de los pasillos de entrada que conducen a los parques.

 

 

El “Parc Astérix” y las mascotas

 

Tampoco hay que privarse del “Parc Astérix” si viajamos con nuestro perro. Con gatos no lo sé. Tendríais que preguntarlo.

 

Como en el “Astérix” todo es un poco más cutre que en Disney, las perreras también. Nada que ver con el “Animal Care Center”. Las jaulas están al aire libre y no les dan comida. No recuerdo si les facilitan agua, pero por si acaso es conveniente llevar un recipiente para que pueda beber. Tampoco recuerdo si es de pago. Las comparaciones son siempre odiosas, pero al menos hay un lugar aceptable para que nuestro amigo nos espere mientras nosotros disfrutamos de los galos.

 

 

 

LA VISITA A "DISNEYLAND PARÍS"

 

 

 

 

Vaya por delante que no vamos a ser “imparciales”. Disneyland París nos encanta y de ello dan fe las nueve o diez veces que lo habremos visitado en todas las épocas del año: en Semana Santa, en verano, en Halloween o en Navidad. Para nosotros es el mejor parque de todos los que conocemos -que son la gran mayoría de los parques de atracciones europeos- por la calidad “del montaje”, a nivel cuasi cinematográfico.

 

 

El Studios Disney

 

No obstante no pretendemos aburriros contándonos nuestra vida en Disney, más bien la intención es aportar unas cuantas sugerencias o cuestiones a tener en cuenta -basadas en nuestra propia experiencia- para que vuestra visita a Disney sea lo más maravillosa posible.

 

Como las cuestiones “básicas” ya las hemos comentado en este mismo artículo: duración de la visita, alojamiento, desplazamientos, aparcamiento, mascotas, etc. vamos ahora a cuestiones más “prácticas” de la visita en cada uno de los parques:

 

Las entradas:

 

El “mundo de las entradas Disney” es tan variado como complejo. Las tarifas varían a menudo y por eso habrá que remitirse a lo que esté vigente en cada momento.

 

En cualquier caso conviene tener presente algunas cuestiones:

 

         Cuantos más días vayamos a estar, más barata resultará, en proporción, la visita. Por ejemplo, en verano 2015 la entrada de 1 día (2 parques) cuesta 84 € para un adulto. Por el contrario la entrada para cinco días “sólo” cuesta 209 €.

 

·         “El Pasaporte Anual”. Un “truco” que muchas familias emplean para abaratar la estancia en Disney es adquirir alguna de las modalidades de “pasaporte anual” sólo adquiribles en el propio parque y cumpliendo determinados requisitos: fotografía, etc. Nosotros no lo hemos usado nunca y por lo tanto nos limitamos “a poneros sobre la pista” para que lo estudiéis por si os puede interesar. Otras ventajas asociadas al pasaporte es el aparcamiento gratuito y descuentos en las tiendas de los parques. La web, en francés, es http://www.disneylandparis.fr/passeports-annuels/les-passeports-annuels/

 

·         La compra de la entrada en Internet suele ser más barata que en taquilla. A veces las colas en las taquillas son bastante tremebundas (En semana santa hicimos hora y media de cola…). A cambio habremos de valorar si el posible ahorro en tiempo y dinero compensa arriesgar la compra anticipada. Eso sí, al imprimir el billete nos hemos de asegurar que el código de barras sea bien legible para evitar problemas a la hora de entrar. Confesaremos que en las dos últimas visitas (de un solo día cada una de ellas) las hemos comprado anticipadamente… 

 

Esa "mancha oscura"  éramos los que hacíamos cola para comprar la entrada...

 

·         Desde hace ya algunos años la mayoría de entradas permiten el acceso a ambos parques de manera indistinta y cuantas veces queramos.

 

 

Planificando la visita

 

·         “A quien madruga Dios le ayuda”. Este refrán, que suele ser bastante sabio en general, en Disney lo es de manera absoluta. Si abren a las diez, a esa hora nos conviene estar ya en la puerta del parque elegido. ¿Por qué? Pues obviamente para aprovechar a tope el tiempo disponible -que aquí “es oro” de veras- y porque al menos durante la primera hora u hora y media podremos disfrutar del parque cuando menos gente hay. Lo más sensato es dirigirse a alguna de las atracciones más demandadas, bien para “montarse” en ella bien para pillar una entrada “fast-pass” para verla un tiempo después sin hacer demasiada cola.

 

·         Llegar al parking no es llegar al parque. Conviene no confundirse. “Llegar al aparcamiento” no significa estar a punto de entrar en el parque. Desde la taquilla del aparcamiento hasta la entrada de uno de los parques pueden pasar perfectamente 15 minutos y eso sin entretenerse demasiado, así que tenedlo presente. Si además vamos a dejar a nuestra mascota en el “Pet Center” habrá que calcular entre 15 y 30 minutos en función de la gente que pillemos delante nuestro. El registro de cada animal puede llevar entre 5 y 10 minutos. Aunque es fácil que alguna de las personas que atienden el centro hable castellano, si no se controla el francés o el inglés eso seguramente supondrá algo más de tiempo añadido. 

 

La cinta mecánica entre el parking y los parques

 

·         ¿Por dónde empezar? En Disneyland París hay mucho que ver y hacer. Un poco de organización no vendrá nada mal. “Main Street”, la calle principal del parque Disneyland que da acceso al castillo de la Bella Durmiente y al resto de atracciones, “es una atracción en sí misma”, pero porque son todo tiendas -a cada cual más bonita y atractiva- y restaurantes. Dicho de otra manera, para “el visitante primerizo” es muy fácil y tentador “embelesarse” ante cada escaparate, pero eso no es lo más adecuado al llegar al parque por primera vez. Nuestra recomendación es hacer de tripas corazón y “pasar raudos y veloces” por Main Street -ya tendremos tiempo de ver todas esas tiendas- e ir directos a las atracciones que más “nos atraigan”. 

 

   

Main Street desde el castillo de la Bella Durmiente

 

El Castillo de la Bella Durmiente

 

·         ¿Disneyland o Studios? Si es nuestra primera visita y somos capaces de resistirnos a la atracción “del parque de veras” (es decir, el “Disneyland”), plantearse empezar por el Studios Disney no es ninguna bobada. Desde que lo vimos recién inaugurado allá por 2002 hasta ahora mucho ha crecido y mejorado, pero todavía está un escalón por debajo del “parque de toda la vida”. No sé, “es como si le faltara algo”, aunque las últimas incorporaciones: Ratatouille, Cars o Toy Store seguro que harán las delicias de los más pequeños. Bueno, aunque cada cual tiene sus gustos, digamos que comenzar la visita por los Studios Disney es “ir de menos a más” y ese es siempre un viaje agradecido… Y eso vale especialmente si también vamos a ir al “Parc Astérix”. En ese caso empezar por los galos antes que con Mickey y sus amigos hará que disfrutemos mucho más de todo… 

 

   

Fantasyland - Disneyland París

 

Rayo McQueen en acción en el Studios Disney

 

·         Comida propia en los parques. En principio hay que contar con la revisión de las mochilas porque las comidas y bebidas del exterior no están autorizadas. Al menos en las dos últimas visitas las han inspeccionado. Para aquellos que quieran comer de bocadillo casero, entre el aparcamiento y la plaza de acceso a los parques está la zona de pic-nic. Para la comida de bebés, habría que preguntarles.

 

·         Comer en los restaurantes. En ambos parques hay multitud de restaurantes y puestos de comida. En plan “fase-food” o con servicio de mesa. El precio va en consonancia con el tipo de servicio. La oferta más económica va desde las pizzas o las hamburguesas al medio pollito asado. Sugerencia: En el restaurante “Golden Nugget” de Frontier Land (en el Disneyland, la zona del salvaje oeste) las mesas son atendidas, pero los precios son muy similares a otros restaurantes de auto-servicio. Lo hemos probado y seguro que repetiremos. No tiene nada que ver con los grandes restaurantes abarrotados.

 

El restaurante de "Ratatouille", el "Chez Rémy" es una preciosidad, decorado con platos gigantescos tal y como los podría ver una rata cocinilla. El precio del menú no es bajo (39 € ) para los pocos platos a elegir. Si finalmente no nos animamos a sentarnos en la mesa,  siempre podremos consolarnos viéndolo desde la salida de la atracción de Ratatouille. 

 

   

El "Chez Rémy" al fondo

 

Las mesas del "Chez Rémy"

·        

¿Cuándo comer? Pues a cualquier hora… pero si no queremos hacer colas o estar en lugares abarrotados lo mejor es plantearse comer a horas intempestivas. Entre las doce y las tres de la tarde la cosa está de temblar. Y lo mismo vale para las cenas, pues a partir de las siete la cosa empezará a ponerse fea. Tengamos en cuenta que nuestros vecinos del norte comen y cenan bastante temprano para nuestras costumbres.

 

Las compras en el parque. Que nadie se engañe, todo está orientado a que consumamos, pero eso no es una crítica en absoluto. ¡No me importaría llevarme varias tiendas enteras a casa! Como la cosa no debe sorprendernos ni cabrearnos, lo que procede es disfrutarlo y darse algún que otro capricho. Oportunidades seguro que no faltarán porque cada tienda tiene productos exclusivos y porque están montadas de tal manera que son atracciones en sí mismas. 

 

   

Tienda en el Studios Disney

 

Está está en el Disney Village

  

Y esta de productos navideños está en el Castillo de la Bella Durmiente

 

Como si en Andorra estuviésemos hay que abstenerse de comprar a las primeras de cambio. No sólo por no cargar con la bolsita de marras el resto de la jornada sino porque hay mucho y variado. Por lo tanto lo más sensato es “anotar” en qué lugar venden el producto buscado y después de haber visto sino todas, al menos la mayoría de las tiendas, ir a por lo que nos apetezca al final de la jornada. Para compradores “compulsivos” se ofrecen servicios de recogida y otras ventajas. Por supuesto la tarjeta de crédito se acepta en todas las tiendas.

 

 

Las atracciones

 

·         La multitud y las colas. Salvo que visitemos los parques entre semana y fuera de los períodos críticos de vacaciones, hemos de tener en cuenta que más de medio mundo habrá tenido la misma idea que nosotros. Ese es el precio a pagar. Así que hay que mentalizarse que no nos libraremos de las colas. Es verdad que hay atracciones que tienen un ritmo de afluencia más rápido que otras, pero raro es que no tengamos que “gastar” una buena parte de la jornada en esperas. Y por eso lo mejor y más sensato es no desesperar…; por eso un solo día es insuficiente si lo que se pretende es “terminarse el parque”. Bueno, más que insuficiente, imposible. 

 

"El mundo es un pañuelo" es una preciosa atracción que no requiere de demasiada cola

 

·         Los espectáculos y las “paradas” (cabalgatas). Otro de los grandes atractivos de los parques Disney son los diferentes espectáculos repartidos por los parques y especialmente las famosas “paradas”, tanto diurnas como nocturnas. Los horarios varían, pero aparecen en los folletos que os darán al entrar. Suele ser habitual que la gente vaya ocupando las aceras al menos una hora antes del comienzo, en particular si se va con niños pequeños. Eso tiene dos caras: por un lado os aseguraréis que lo vean bien sin dejar el cuello y el trapecio para que un fisioterapeuta los recomponga, pero por otro habrá que “sujetarlos” hasta que el festival empiece… ¡un auténtico ejercicio de riesgo! 

 

   

La carroza de "Toy Story"

 

Y la de la Sirenita...

 

·         El sistema “Fast-Pass”: Las principales atracciones, al menos las más visitadas, disponen de “Fast Pass”. Este sistema facilita el acceso a las horas indicadas en el tique con un tiempo de espera mucho menor que la cola normal. El funcionamiento es muy sencillo. Se introduce el tique de entrada en unas máquinas que están junto a la atracción en cuestión y facilita un boleto con el margen horario asignado para acceder a la atracción por una puerta especial. Debido a la alta demanda de Fast Pass, conviene sacarlos lo antes posible, pues en cuanto se agotan las entradas asignadas por ese sistema, ya no es posible conseguirlas, lo que obligará a hacer la cola ordinaria. El Fast Pass es especialmente conveniente en las atracciones más demandadas como “El vuelo de Peter Pan”, la de “Buzz Lightyear” o “Ratatouille”. 

 

La atracción de "Buzz LIghtyear" es una de las más concurridas y el Fast Pass es casi obligado

 

·         ¿Desde dónde se ve mejor la cabalgata? Pues la experiencia nos dice que uno de los mejores sitios para verla y fotografiarla es la plazoleta de la entrada al parque Disneyland. De esa manera tendremos de frente Main Street y la veremos llegar de cara a nosotros. Luego, al girar hacia la derecha para bordear la plazoleta, tendremos las carrozas de lado. Éxito asegurado a cambio de asegurarse “la plaza” con tiempo. Otro planteamiento -preferiblemente sin niños y si nos importa lo justo- es no hacer nada y cuando haya empezado buscar un sitio donde verla. A menudo encontraremos un hueco donde verla más o menos bien y sin haber gastado ni un minuto de cola.

 

·         Las atracciones más “atractivas”. No aburriremos con una lista, bastará decir que todas las atracciones que disponen de “Fast-Pass” (lo que viene indicado en el plano disponible a la entrada) son “críticas” y hay que procurar verlas rápido, cuando menos gente haya o haciendo acopio de los “Fast Pass” teniendo cuidado de que no se nos solapen entre ellos. Ojo, que los Fast Pass no son ilimitados. Cuando han agotado las existencias dejan de suministrarlos, algo que bien puede suceder a media tarde o incluso antes. 

 

 

·         “La chiflada aventura de Rémy” (Ratatouille). Esta atracción fue la estrella del año 2014, cuando fue inaugurada. Ya hemos comentado que fuimos exclusivamente por ella y que poco nos quedamos con un palmo de narices. Como era de esperar, tanto por la novedad como por el retraso en funcionar, en cuanto la abrieron aquello fue la monda lironda. ¡La cola llegó a las dos horas y los “Fast-Pass! se agotaron en un “Piss-Pass”! 

 

La puerta del centro es la de los "Singles"...

 

Estuvimos al borde del colapso, pero descubrimos un atajo que no está disponible en otras atracciones: la entrada para “Singles”. Mano de santo, en 25 minutos estábamos montados en la vagoneta. La cuestión es sencilla. Es un acceso para gente que vaya sola. Podéis entrar en pareja o en grupo. La única condición es que no montaréis juntos en la vagoneta, aunque puede ser que uno vaya en la fila delantera y el otro en la trasera como fue nuestro caso. Si eso no importa, es una opción a considerar para aligerar la espera.

 

La atracción es chula, a base de visualizar pantallas gigantes, pero muy, muy rápida y con constantes sacudidas y giros. ¿Problema? Mucha espera para tan poca chicha. Es la típica atracción que requiere, como poco, una segunda “pasada” para poder disfrutar de los detalles que a la primera nos pasarán seguramente desapercibidos. Tampoco vale la pena andar haciendo fotos. Entre la oscuridad y la velocidad las fotos salen fatal y habremos perdido la oportunidad de “disfrutar de la atracción en directo”. Al bajar de la vagoneta se puede ver el interior del restaurante de Rémy, que con sus platos gigantes es una pasada. El precio también para lo escasito del menú, tanto por cantidad como por oferta de platos.

 

·         Atracciones con “buen ritmo”. Todas aquellas que tengan lugar en grandes recintos, pues entra mucha gente de una vez. A cambio la frecuencia es considerablemente menor. Por ejemplo, el “Animatronics” del Studios Disney. Otras atracciones “más convencionales”, pero con buen ritmo suelen ser “El mundo es un pañuelo” o “Los piratas del Caribe”. Ello se debe a que cada tanda está compuesta de varias barcazas en las que entra bastante gente de una vez. 

 

"Los Piratas del Caribe" por si había alguna duda...

 

·         Atracciones “libres”. Son aquellas en las que no es necesario montarse en ninguna vagoneta o artilugio. En Disneyland hay varias: El castillo de la Bella Durmiente, la Guarida del Dragón (en el subterráneo del castillo); el laberinto de Alicia; El Árbol de los Robinsones, el barco del Capitán Garfio o el “Nautilus” del Capitán Nemo. Todas esas atracciones van estupendamente para “descomprimirnos” de las tediosas esperas. 

 

El "Nautilus" visto desde la proa (que no es mucho decir) llama más la atención el arco iris ¿verdad?

 

·         Las atracciones “cerradas”. Nadie puede asegurarnos que nuestra atracción favorita no esté cerrada -por avería, obras o mantenimiento- el día que vayamos. Ese es un riesgo que conviene asumir aunque fastidie. El año pasado fuimos expresamente para conocer la nueva atracción de “Ratatouille” y… ‘¡Uuuy! Un poco más y nos quedamos con las ganas porque no la abrieron al público hasta las tres de la tarde…; El riesgo de atracciones “fuera de uso” es mayor en la temporada baja. Hasta cierto punto eso puede tener su lógica porque en algún momento habrá que hacer ciertos trabajos, lo malo es que las entradas no suelen ser más baratas. Yo conozco un caso de unos amigos que fueron en enero y se encontraron más de cinco atracciones cerradas… algo que no es de recibo.

 

 

 

El “Disney Village”

 

·         El “Disney Village” es una calle que une la zona de hoteles con la plaza de acceso a los parques y es de acceso libre. Está llena de tiendas Disney, restaurantes y cines. Es ideal para aquellos que quieren “palpar” el ambiente Disney sin entrar en los parques. Es especialmente atractivo al anorchecer, cuando está iluminado. Como ya hemos comentado, en ese caso hay que utilizar el parking “Disney Village”, que se paga por horas. 

 

   

El "Disney Village" auténtico ambiente Disney...

 

¡Sin tener que pagar por verlo!

 

 

Reflexiones finales a la visita a Disneyland París

 

·         ¿Vale la pena ir a Disney? Una cosa es segura: la visita a Disneyland París no dejará a nadie indiferente. Se ama o se odia, pero lo bueno es que la mayoría acaba apuntándose al primer grupo, incluso sin ir muy predispuesta. Como calidad de montaje no conocemos nada igual en toda Europa y sólo por eso vale la pena darse una vuelta por allí al menos una vez en la vida. Más que nada porque… ¿Quién no ha vivido una experiencia Disney en su infancia?

 

·         ¿Es caro o barato? Pues según lo queramos ver. La elección de una u otra opción seguramente tendrá multitud de valedores. Y todos con su parte de razón, aunque en algo coincidiremos: un día en Disney supone un pellizco importante lo mires por donde lo mires. Entre pitos y flautas y sin hacer excesos, una pareja difícilmente saldrá del parque habiendo gastado menos de 250 euros en una jornada. Y de ahí para arriba. Y no es menos cierto que unas vacaciones familiares de varios días suponen un cantidad muy, muy respetable. Ahora bien, para lo que ofrece: decoración de cine, ambiente, magia, atracciones originales, etc. a mí me compensa. Especialmente si lo comparamos con otros parques de atracciones más convencionales, más económicos, pero mucho menos atractivos. Lástima que nos pille un poquito lejos…

 

En suma, que si París bien vale una misa, Disney bien vale una visita. Esperamos que esas pinceladas que os brindamos contribuyan a hacer de vuestra visita algo verdaderamente inolvidable. 

 

 

 

 

 

LA VISITA AL “PARC ASTÉRIX”

 

Vaya por delante que el “Parc Astérix” me gusta mucho. Aunque han pasado ya seis años desde nuestra última visita, por tres veces hemos ido “al poblado galo” y siempre lo hemos encontrado mejorado. 

 

 

  

   
   

De todas maneras tener al lado al competidor más duro pesa lo suyo. El “Parc Astérix” es un parque de atracciones muy digno, al cual hay que valorar en su justa medida y no comparándolo con Disneyland. Su aspecto es más “de cartón-piedra” que el americano, aunque no es menos cierto que el poblado galo está muy conseguido y no desentonaría en absoluto en Disney. 

 

   

 

 

 

 

   

 

 

 

En cualquier caso nosotros recomendamos que antes de visitar Disney paséis primero por el “Parc Astérix” siempre que sea posible. Disfrutaréis más de este parque lejos de las siempre odiosas comparaciones con el “chiringuito” de Mickey y sus amigos.

 

El “Astérix” es un parque “clásico” con las típicas atracciones “clásicas”, pero “vestido a lo galo y romano”. De hecho es un paraíso para los amantes de las emociones fuertes, con una amplia variedad de montañas rusas y atracciones “fulgurantes”. Y sólo por eso ya vale la pena como parque de atracciones para todos, aunque lógicamente está especialmente pensado para satisfacer a los entusiastas de las aventuras de Astérix, el pequeño guerrero galo y Obélix, su amigote portador de menhires, entre los cuales me cuento. 

 

Esto promete emociones fuertes...

 

 

¿Qué ofrece el “Parc Astérix”?

 

Pues realmente bastante más de lo que uno podría imaginarse, porque tiene atracciones para todos los gustos, espectáculos “de gladiadores” y de muchas cosas más, incluido un delfinario. 

 

   

Falbala y Asurancetúrix el bardo

 

¡Delfines en acción!

 

Lástima que su horario de apertura sea tan limitado, pues en julio y agosto cierra… ¡a las siete de la tarde! Eso sí, a cambio de un precio “unitario” menor que Disney, pues la entrada de adulto en 2015 es de “solo” 46 € en el “Astérix” por 84 € en el parque norteamericano.

 

Lo que ocurre es que si los comparamos de acuerdo a sus respectivos horarios resulta que Disney “solamente” resulta un 26% más caro que el del poblado galo. Diferencia que se compensa claramente porque no sólo se aprovecha mejor la jornada en Disney, también hay más calidad general y la entrada permite el acceso a los dos parques: el Disneyland y el Walt Disney Studios. En suma, no resulta difícil concluir que -a pesar de lo que en un primer momento podría parecer- en cuestiones de coste real la diferencia de precio entre ambos parques, para una visita de un único día, se diluye como azucarillo en el agua…

 

Claro que eso no significa en absoluto que el “Parc Astérix” no merezca la pena. Yo lo recomiendo encarecidamente. Es bonito, es un paraíso para los amantes de las aventuras de los irreductibles galos y un modo estupendo de pasar un día muy divertido.

 

O más de un día si así lo queremos, aprovechando las tarifas más ventajosas. Por ejemplo, el pase “de temporada” cuesta casi lo mismo que el coste de dos días. Puede que tres o más días ya sean demasiados, pero a partir de ese instante los muy entusiastas siempre podrán disfrutar del parque galo prácticamente gratis.

Más info en castellano: www.parcasterix.fr/es/

 

 

El “Parc Astérix” es mucho “más amable” con el visitante:

 

Para empezar las tarifas de aparcamiento son un 50% menores que Disney (10 € vs. 15€) y es posible aparcar con la caravana, cosa imposible en la casa de Mickey.

 

Esa no es una cuestión baladí. Tanto si vamos como si venimos del norte, es perfectamente posible “hacer una parada en ruta” y disfrutar del “Parc Astérix”, continuando viaje después del cierre del parque. De hecho nosotros así lo hemos hecho una vez.

 

Después de la estancia en París, dejamos el coche y la caravana en el aparcamiento y a la hora de apertura del parque allí estábamos como un clavo. Tras el cierre, continuamos viaje hacia Bélgica. Una manera muy apañada de aprovechar la jornada a tope.

 

Otro detalle nada despreciable que ayuda a reducir el coste de la estancia… ¡Se puede entrar con comida y bebida propia! No es imprescindible porque no faltan restaurantes de todos los precios en el parque, pero si nos apañamos con unos bocadillos, no nos pondrán ninguna pega. En Disney, sí.

 

 

Reflexiones finales a la visita al "Parc Astérix":

 

¿Vale la pena ir al “Parc Astérix”?  ¡Por supuesto que sí!

 

Como ya hemos comentado, es un parque de atracciones bueno, bonito y si no es estrictamente “barato”, al menos es asequible.

 

Quizás su mayor problema sea que, salvo para los entusiastas de Astérix y Obélix, casi siempre su visita acabe quedando relegada para otra ocasión, pues París y Disney suelen “llevarse la parte del león” tanto del presupuesto familiar como de los días de vacaciones. 

 

El poblado galo con la casa del bardo en el árbol

 

Pero bueno, si podéis hacerle un huequecito en vuestra agenda vacacional, seguro que no os defraudará.

 

 

 

PARÍS: la visita

 

 

 París tiene tantas caras como uno quiera. Puedes hartarte de museos o bien pasar la tarde sentado en uno de sus cafés. Puedes ver sus cientos de monumentos o navegar en el “Bateau Mouche” o llegar a la Torre Eiffel en Batobús desde Notre-Dame. Puedes pasear por sus bulevares o perderte por el Barrio Latino. En París se puede ver y hacer de todo. Tuya es la decisión. 

 

   

El puente de Alejandro III

 

El Hôtel de Ville o sea el Ayuntamiento

 

Para facilitar la visita de la ciudad, nos permitiremos la licencia de sugerir algunas ideas por si a alguien le son de interés:

 

La tarjeta “París Pass” www.parispass.es

 

El interés de ese tipo de tarjetas, que aúnan descuentos a monumentos, entradas gratuitas a atracciones y transporte público dependerá de lo que uno piense ver y hacer. Hay que hacer, pues, cuentas para calibrar si compensa o no su compra.

 

No obstante es bueno tener en cuenta que unos amigos que la han usado opinan que si bien no sale barata, su principal virtud radica en algo tan simple como es el acceso prioritario a la mayoría de atracciones: el Louvre, la Sainte Chapelle o el Arco de Triunfo sin hacer cola como el resto de los mortales. Me han comentado que pasaron delante de colas de un par de horas. Y como el tiempo es oro y en París el tiempo no sobra, ese es un detalle a favor a considerar muy seriamente.

 

 

   

Vista del Barrio Latino

 

El Centro Pompidou en el Beaubourg

 

La Tour Eiffel

 

Subir o no subir, esa es la cuestión. Hay gustos para todo, pero puestos a subir -se pueden elegir los niveles- hay que tener en cuenta tanto el importante coste como el coste en tiempo de cola, pues la Torre Eiffel no está incluida en la “París Pass”. Desde luego es requisito imprescindible que el día sea claro, claro está. 

 

La Tour Eiffel desde el "Batobus". Tarde gris.

 

Nosotros, por ejemplo, no hemos subido nunca. No nos ha dado el punto, pero nos encanta visitarla y verla de cerca. Colocarse justo en el centro y mirar hacia arriba es, por ejemplo, una experiencia muy chula.

 

Llegar a la Torre Eiffel no es la cosa más cómoda del mundo, salvo si llegamos navegando por el Sena en el “Batobús”, el autobús fluvial. Esa es una manera original de matar varios pájaros de un tiro: paseas por el Sena y llegas fácilmente al principal símbolo de la ciudad. 

 

El Batobús, un modo divertido de ver París navegando por el Sena

 

Y digo que llegar a la Torre no es la cosa más cómoda del mundo por varias razones: La estación del metro o del RER están a varios cientos de metros. El aparcamiento en la calle está muy limitado y los aparcamientos públicos tampoco se encuentran muy a mano. Y el recurso de ir andando desde el centro requiere tiempo y ganas porque está bastante lejos. Vamos, que entre desplazamientos y visita (si se quiere subir) no es descabellado pensar en dedicarle una mañana o buena parte de una tarde.

 

 

Montmartre y el Sacré Coeur

 

Una visita a París que no incluya Montmartre y el Sacré Coeur no es una visita a París. Así que ya hemos de contar con una mañana u otra tarde más. 

 

   

 

La basílica de estilo bizantino del Sacré Coeur

 

El Sacré Coeur desde abajo

 

La Place du Tertre, la placita más famosa de Montmartre, está siempre abarrotada de visitantes que contemplan embelesados a los pintores y caricaturistas que continúan manteniendo el carácter artístico y bohemio del lugar.

La basílica del Sacré Coeur, de estilo bizantino, para mi gusto es mucho más bonita por fuera que por dentro, con un interior bastante oscuro. No obstante las pinturas de los techos son vistosas y la visita no defrauda. Además la vista de la ciudad desde la terraza tiene su punto. 

 

       

Montmartre

 

La place du Tertre...

 

Y sus pintores

 

Las dos paradas de metro más cercanas a la basílica son “Anvers” (más próxima al funicular que os subirá al Sacré Coeur) o “Abbesses”, más apropiada para llegar a la Place du Tertre a través de las empinadas calles de Montmartre. Las calles que rodean la plaza y la basílica están llenas de tiendas de souvenirs, restaurantes y cafés. Siempre hay ambiente. 

 

El funicular de Montmartre

 

No lejos de allí está el famoso “Moulin de la Galette”, ahora convertido en restaurante y la picante zona de Pigalle tampoco queda muy alejada, aunque para ver el ambientillo nocturno y las luces del “Moulin Rouge” lo lógico es ir cuando ha anochecido.

 

París en Navidad

 

De finales de noviembre a navidad la ciudad está engalanada y encontraremos varios mercadillos navideños. Al menos cuando nosotros estuvimos el más grande estaba ubicado en la nueva zona de La Défense, junto al Gran Arco. En la plaza Nation también podréis disfrutar de otro mercado navideño. Acostumbrados al despliegue navideño alsaciano, París nos supo a poca cosa, pero tengo entendido que en los últimos años la situación ha mejorado bastante y plantearse unos días en diciembre es siempre una idea interesante.

 

Los “bouquinistes” del Sena

 

Una de las “atracciones” con más sabor del centro de París son los “bouquinistes”, puestos de libros antiguos, comics, grabados y cada vez más de “souvenirs”, adosados a los muretes de las orillas del Sena, junto a la catedral de Notre-Dame. Echadles un vistazo, es una experiencia gratificante mientras se pasea al lado del río. 

 

   

Los típicos cajones de los "bouquinistes" ...

 

Que luego se convierten en estos puestos.

 

El Museo del Aire y del Espacio - www.museeairespace.fr

 

Seguro que el Museo del Aire y del Espacio de París no será la atracción más visitada, pero si os gustan los aviones de todas las épocas -especialmente de la SGM- y os atraen las cápsulas espaciales, los cazas “Mirage” o el prototipo del “Concorde” ese es vuestro museo.

 

Se encuentra en el aeropuerto de Le Bourget, al norte de la ciudad y un poco a las afueras. Si no vais en coche, en la web se explica detalladamente cómo llegar en transporte público.

 

La Catedral de Notre-Dame - www.notredamedeparis.fr

 

La entrada a la catedral de París es libre y gratuita. Sin embargo no ocurre lo mismo con la subida a las torres para ver las vistas, los dominios de Quasimodo y las famosas gárgolas. Aparte de pagar la entrada y patearse los trescientos y picos escalones hasta llegar arriba, hay que contar con una más que impresionante cola para entrar. Tenedlo en cuenta. 

 

Notre Dame y la inmensa cola para subir a las torres...

 

   

Notre Dame de Paris

 

Y sus famosas gárgolas

 

 

Los “Inválidos”, la tumba de Napoleón y el Museo del Ejército Francés

 

Otra atracción parisina muy interesante, pero menos conocida está formada por el Palacio de los Inválidos -con su dorada cúpula a medio camino entre Notre-Dame y la Torre Eiffel- la Iglesia que contiene la Tumba de Napoleón y el Museo del Ejército. Si ese tipo de cosas os hacen tilín, incluid la visita en vuestra agenda… www.musee-armee.fr/es/home.html 

 

Les Invalides

 

París: El transporte público

 

La web de la red parisina de transporte público, RATP, es www.ratp.fr y dispone de traducción al castellano.

Para el turista las dos redes más interesantes son la del metro y la del RER, el tren suburbano, mitad metro, mitad tren, que da servicio a las localidades del área metropolitana y que también llega a Disneyland.

Como hay varios tipos de billetes, es necesario visitar su web para conocer y elegir entre el amplio abanico de posibilidades, teniendo siempre en cuenta que existen zonas tarifarias y que, en función de las mismas, los precios variarán. 

 

   

Hay estaciones más antiguas

 

Y otras más modernas...

 

Una cosa importante a tener en cuenta: los accesos a muchas estaciones de metro tienen bastantes escaleras y los enlaces entre estaciones a veces resultan muy, muy largos.

 

 

Complementa el viaje a París:

 

·            Los Castillos del Loira

·        El Palacio de Versailles

·        Le Mans y Chartres

·        “Futuroscope” y Poitiers

 

 

 

 

El Valle del Loira y su centenar largo de castillos medievales y renacentistas constituyen uno de los destinos más conocidos y más atrayentes de toda Francia. Y son el complemento perfecto para un viaje a París.  

 

De hecho así fue nuestro primer viaje a Francia: París, los Castillos del Loira y los “tres parques de atracciones”: Disney, Parc Astérix y Futuroscope.

 

Una de sus grandes ventajas para nosotros es que, al estar al sur de París, siempre “nos pillan de paso”, tanto si salimos de Irún como si lo hacemos de La Jonquera. Para llegar a Tours, la ciudad “central” de la zona y cuna de San Martín, 570 km nos separan de la frontera vasca y 800 de la catalana.

 

En un tramo de casi 250 km, los “Castillos del Loira” se sitúan -de este a oeste- entre Orleáns y Angers, con Tours como núcleo urbano central, lo que la convierte en el “cuartel general” por antonomasia para recorrer la mayoría de castillos diseminados por toda la región, cuyo hilo conductor es el río Loira, “La Loire” en francés, que allí los ríos son femeninos.

 

 

 

El auge de los castillos-palacio del Loira tuvo lugar en los siglos XV y XVI, especialmente al calor de la corte del Rey Francisco I y su espectacular “pabellón de caza” de Chambord, seguramente el más grande y más espectacular de todos.

 

A muchos sorprende encontrar que los “Châteaux”, más que castillos de corte militar, sean más residencias señoriales que otra cosa. Aunque muchos conserven torreones con puntiagudas cúpulas, la explicación es sencilla: los franceses distinguen entre “los châteaux” (residencias palaciegas) y los “châteaux fort”, que son los típicos castillos defensivos medievales.

 

 

 

 

¿Cuántos días necesito para visitar los Castillos del Loira?

 

Decenas de castillos y castillos-palacio jalonan el Loira, pero que nadie se asuste, que no hará falta vida y media para hacernos una buena idea de lo mejor y más granado de la arquitectura renacentista francesa.

 

A un ritmo de dos o tres castillos por día (si nos invade “la fiebre castillística”), en tres o cuatro jornadas habremos visitado los más interesantes.

 

Los que no hay que perderse bajo ningún concepto -“les incontournables” como dicen los franceses- son: Chambord, Chenonceau, Amboise, Azay-le-Rideau, Villandry, Ussé o la abadía de Fontevraud. Especialmente los dos primeros, Chambord y Chenonceau, son visita obligada. El primero por su majestuosidad y su famosa escalera helicoidal (los que suben no se cruzan con los que bajan) atribuida a Leonardo da Vinci y el de Chenonceau por su curiosa arquitectura, construido a modo de puente sobre el río Cher. 

 

   

Amboise y el Loira

 

Chenonceau edificado sobre el río Cher

 

Todos tienen buenas razones para la visita, aparte de su belleza: Amboise por su imponente castillo real y los espectáculos veraniegos; Azay le Rideau por su ubicación en medio de un lago; Villandry, por sus magníficos jardines ornamentales; Ussé por ser considerado “el castillo de la Bella Durmiente” y estar decorado con escenas del cuento y, por último, la impresionante Abadía de Fontevraud, que alberga las tumbas del rey inglés Ricardo “Corazón de León” y de su madre, Leonor de Aquitania.

 

 

   

El castillo de Ussé

 

Ussé y sus jardines

 

Si después de los anteriores aún nos quedan ganas de más: Blois, Saumur, Angers o el de Chinon nos dejarán más que satisfechos. De los cuatro, los tres últimos son fundamentalmente espectaculares castillos medievales. 

 

   

La famosa escalera exterior del castillo de Blois

 

Chinon y su castillo desde el camping municipal

 

Por supuesto los castillos y edificios interesantes no terminan aquí. La lista es muy, muy larga, destacando “El Clos Lucé” en Amboise -donde falleció Leonardo da Vinci- o la “Pagode de Chanteloup” seguro que harán las delicias de muchos.

 

Tampoco faltan localidades medievales preciosas: Loches, Montrésor, Chinon o Amboise os encantarán. Y las ciudades de Orleáns, Tours o Angers también tienen su puntito, con edificios de entramado de madera. 

 

   

Orléans y su catedral

 

Tours - La place Plumereau

 

Para terminar este apartado, diremos que la estratégica situación de los castillos facilita la visita en uno o más viajes.

 

¿Vamos a pasar las vacaciones en el norte de Europa? Pues bien tanto a la ida, como a la vuelta, un día en el Valle del Loira es una etapa perfecta para hacer un día “de turismo” visitando castillos antes de continuar nuestro viaje.

 

 

¿Qué nos ofrecen los Castillos del Loira?

 

Los franceses son maestros en el muy noble arte de sacar partido a casi cualquier cosa.

 

Los castillos del Loira no son una excepción. Para hacerlos más atractivos al visitante -si no lo son ya por sí mismos- suelen estar rodeados de espectaculares jardines, amueblados a la usanza o ambientados con escenas de la vida palaciega o del cuento “de la Bella Durmiente” como en el de Ussé. Muchos ofrecen audio-guías y en general procuran (y consiguen) que la visita resulte tan gratificante como rentable. 

 

       

 

 

Escenas de la Bella Durmiente

en el Castillo de Ussé

 

 

 

Si tras unas cuantas visitas a los castillos estamos ya un poco hartos de pagar entrada, un detalle que conviene tener presente es que muchos de ellos no es posible “verlos por fuera” sin pagar, pues se encuentran situados en recintos rodeados de prados, bosques o jardines. Chenonceau o Azay le Rideau serían claros ejemplos de esa situación. 

 

Chenonceau rodeado de jardines

 

 Los aparcamientos tampoco suelen ser muy adecuados a las visitas “en ruta” con la caravana, salvo honrosas excepciones. Si en algún momento os planteáis visitar alguno de los castillos viajando con la caravana, sugerimos que antes os informéis si el de vuestra elección reúne los requisitos necesarios para aparcarla durante la visita. Incluso habiendo teóricamente espacio, hay que contar con la posibilidad de que el aparcamiento se vaya llenando y luego no sea posible sacar la caravana de donde esté por impedirlo otros vehículos estacionados.  

 

 

¿Hay muchos camping en los Castillos del Loira?

 

¡A puñados! Exagerando un poquillo podríamos decir que en Francia “levantas una piedra y aparece un camping”. Hay mucha afición campista y en muchos pueblos disponen de camping municipales o privados más o menos sencillos, más o menos equipados y más o menos baratos.

 

En cualquier caso la oferta es enorme y no faltará donde dejar la caravana o la tienda, especialmente en verano.

 

Las dos últimas veces nos hemos alojado en el camping municipal de Chinon, al oeste de Tours y en el de Amboise, situado en mitad del Loira y con el castillo enfrente, en un paraje realmente espectacular.

 

El camping de Chinon es el municipal de “île Auger” (www.camping-chinon.com) y el de Amboise es el municipal “L’île d’Or” (www.camping-amboise.com

 

En el camping municipal de Chinon

 

Atención, los horarios de recepción de muchos camping franceses pueden ser peculiares, especialmente por cerrar pronto. Recomendamos contactar previamente con ellos, para no llevarnos sorpresas desagradables al llegar. 

       

 

 

 

¡Dormir en un auténtico castillo medieval cerca de los Castillos del Loira y de “Futuroscope”!

 

En el pueblecito de Usseau, a 30 km al norte de “Futuroscope” y muy cerca de Châtellerault se encuentra el Château de la Motte. Un impresionante castillo medieval reconvertido en hotel.

 

El verano pasado unos amigos estuvieron alojados en “La Motte” y quedaron encantados con la experiencia y la amabilidad de los dueños. Desde allí visitaron la zona de los Castillos del Loira y “Futuroscope”/Poitiers. Una manera diferente y “muy apropiada” de alojamiento que a buen seguro gustará a chicos y mayores. Más info en www.chateau-de-la-motte.net 

 

 

Cama con dosel... ¡pero con servicios modernos!

 

 

     

 

 

 

 

EL PALACIO DE VERSAILLES

 

El palacio real de Versailles, construido a mayor gloria de Luis XIV, el famoso y poderoso “Rey Sol”, se encuentra al suroeste de París, a una veintena de kilómetros. Visitar Versailles es sumergirnos en la historia de Europa.

 

Realmente una visita a París nunca estaría completa sin haber visitado Versailles. El complejo palaciego es enorme y se compone del palacio real, con su famoso “Salón de los espejos”, los pabellones del “Gran y Pequeño Trianón”, los jardines y las fuentes. En suma, la visita puede llevar la mañana completa y posiblemente algo más.

 

Así pues lo más sensato es pensar en dedicarle el día entero -incluyendo el tiempo de desplazamiento tanto si es en nuestro vehículo como si vamos en el RER, que nos dejará prácticamente en la puerta del palacio. Si finalmente nos sobra tiempo, ya veremos en qué emplearlo.

 

Más info en castellano en http://es.chateauversailles.fr/es

 

 

LE MANS Y CHARTRES 

 

 

 

Chartres y Le Mans son dos interesantes ciudades históricas cercanas a París.

 

Chartres, famosa por su magnífica catedral gótica, está a sólo 90 km. de la capital, mientras que Le Mans - más famosa por sus “24 horas” que por su bonito casco antiguo, su catedral y sus murallas galorromanas- está a 210 km. de la ciudad del Sena.

 

En ambos casos son unos estupendos destinos, cada cual más atractivo y que, si no para un primer viaje, sí pueden ser un buen complemento para un segundo o tercer viaje a París. O por sí mismas, que cualidades e interés no les falta.

 

  

LE MANS: AUTOMOVILISMO E HISTORIA

 

Le Mans es mundialmente famosa por la carrera de resistencia de 24 horas, competición automovilística que se celebra anualmente cada mes de junio. Precisamente por eso mismo muchos se sorprenden al descubrir que Le Mans no es sólo un circuito de carreras… ¡también es una ciudad! Y además con mucha historia en sus calles y murallas. 

 

   

Los míticos "Porsche-Martini"

 

"Le Vieux Mans", el casco antiguo

 

 

“Le Vieux Mans”, el casco antiguo

 

 Sin embargo Le Mans es mucho más que sólo competición. El casco antiguo de la ciudad -Le Vieux Mans- de origen medieval, encierra muchas y buenas sorpresas. Multitud de casas de entramado de madera en sus empedradas callejuelas, murallas galo-romanas, una impresionante catedral y mucho, mucho más.

 

   

Le Vieux Mans

 

Le Vieux Mans

  

   

En Le Mans también hay menhires

 

Le Mans: la muralla galorromana

 

En la parte nueva de la ciudad, en la Place St. Nicolas, hay un monumento dedicado a la carrera y en el suelo de las calles adyacentes también se pueden observar numerosas placas de bronce con las huellas de las manos de los pilotos vencedores de la carrera, incluida la de Marc Gené en 2009, único vencedor español absoluto, al menos hasta el momento. Ambiente “racing” a tope en Le Mans. 

 

   

El monumento a las 24 Horas

 

Marc Gené ha dejado huella...

 

El Circuito de las 24 H.

 

El “circuito” es un híbrido entre el circuito permanente de La Sarthe y las carreteras que rodean la ciudad. Entre ellas destaca la archifamosa recta de “Les Hunaudières”, de 4 km de longitud, que discurre por la D-338, la antigua nacional de Tours y en la cual los coches superan los 300 km/h. Por tanto es posible “recorrer” gran parte del circuito en tu propio coche y aunque no esté permitido “pisar el acelerador a fondo”, al menos uno puede darse el gustazo de rodar por un pedazo de “asfalto mítico”.  

 

   

Gran parte del circuito discurre por carretera abierta

 

La famosa "Recta des Hunaudières".

 

El Museo de "Las 24 H. de Le Mans"

 

El complemento ideal es, sin duda, la visita al fantástico museo del circuito. La gran mayoría de los míticos coches de resistencia que han hecho historia en las “24 Horas” se encuentran expuestos y es una gozada para cualquier aficionado a la competición automovilística. La colección de “Porsche” es sencillamente impresionante, desde los primeros coches hasta los más actuales, pasando también por otras facetas del mundo automovilístico, como el "Citroen Oruga" protagonista del famoso "Crucero Amarillo" en la década de los treinta del siglo XX. 

 

La entrada costaba 8 € (2011) y será necesario dedicar, al menos, un par de horas a la visita, aunque puede llevar todo el tiempo que uno quiera, claro… Más info en www.lemusee24h.com 

 

   

La entrada al museo, junto al circuito

 

Los ancestros

   

El Peugeot vencedor 2009 con Marc Gené al volante

 

Uno de los muchos Audi ganadores

   

El "Courage-Pescarolo"

 

El Renault de finales de los 70

   

El Bentley, ganador en 2003

 

El "Citroen Oruga" del "Crucero Amarillo"

 

 

“La Noche de las Quimeras”

 

 Si durante las noches de julio y agosto os dais una vuelta por Le Mans, podréis disfrutar de “La Noche de las Quimeras”, espectáculo de luz y sonido que ilumina con seres fantásticos las fachadas de los principales monumentos del casco antiguo. Funciona de martes a sábado, al oscurecer, o sea, casi a las once de la noche. Más info en www.nuitdeschimeres.com/es  (castellano)  

 

Cartel de la "La Nuit des Chimères"

 

 

 

 

 

CHARTRES Y SU CATEDRAL GÓTICA

  

Chartres es una de esas ciudades que, por caer un poco a trasmano, nos ha llevado bastantes años visitar, aunque a la vuelta de Escocia, en 2010 por fin nos quitamos la espinita.

 

Lo cierto es que, una vez allí la catedral me decepcionó un poco, lo que no quita para que sea espléndida. Quizás tanta espera había disparado demasiado mis expectativas. Una de sus características más conocidas es el laberinto circular pintado en el suelo de mármol. 

 

   

Siempre hay un andamio...

   
   

El laberinto circular de la catedral

 

Chartres: los alrededores de la catedral

 

El casco antiguo es bonito, en la línea de las ciudades pequeñas francesas. Nos alojamos en el camping municipal de Morancez, junto al río y muy cerca de Chartres. 

   

El Chartres antiguo

 

Típico café francés

 

  

 

 

 

“FUTUROSCOPE” Y POITIERS

 

“Futuroscope” es una tentación en el camino a París, especialmente para quienes entramos en Francia por la frontera de Irún porque nos pilla de paso rumbo al norte de Francia. Al resto les toca dar un rodeo.

 

Tres veces lo hemos visitado. La primera durante dos días y las dos últimas, aprovechando la entrada “vespertina”, que empieza a partir de las cinco de la tarde y que da la posibilidad de dar una vuelta por el parque, contemplar sus futuristas edificios, “catar” unas cuantas atracciones y ver el espectáculo nocturno de luz y sonido que clausura la jornada a precio reducido. Más info en http://es.futuroscope.com 

 

La entrada a "Futuroscope"

 

Es un parque de atracciones dedicado, fundamentalmente, a la imagen, por lo que la mayor parte de las atracciones consisten en “atracciones visuales” o la proyección de documentales y películas en formatos de pantalla gigante: de 650 m2, imax, etc.; puede que hace unos años, cuando este tipo de pantallas era menos común el parque resultase más original y atractivo, pero ahora puede que corramos bastante el riesgo de acabar aburriéndonos a las pocas horas. De todas han ido poniendo en marcha nuevas atracciones y siempre y cuando tengamos claro lo que el parque es, seguro que saldremos satisfechos. 

 

   

Arquitectura galáctica

 

 

 

Lo mejor para hacernos una idea del tipo de atracciones que vamos a encontrar, es verlas en la página web del parque. Vienen explicadas en castellano. Por cierto, el castellano está muy bien tratado en el parque y a la entrada del parque podemos conseguir un traductor electrónico gratuito para las proyecciones. Si llevamos de casa unos auriculares nos ahorraremos el euro que cuesta comprarlos allí.

 

Teniendo en cuenta que hay muchos documentales y pelis para ver, la rotación de las atracciones es bastante lenta, pero también cuenta con la ventaja de que los aforos son muy grandes, por lo que entra mucha gente en cada sesión y aunque la cola a primera vista pueda asustar, luego no es para tanto porque entra mucha gente cada vez. No obstante y para un buen aprovechamiento del tiempo, es conveniente planificar un poco las atracciones en función de los horarios de las proyecciones. En suma, un parque de atracciones interesante y diferente, con una arquitectura lógicamente muy “galáctica”.

 

Seguramente un día será insuficiente para verlo por entero, pero tampoco tenemos muy claro que dos días sean, de entrada, la mejor opción, salvo para los muy, muy entusiastas del rollo audiovisual. Si hay dudas al respecto, creemos que el mejor planteamiento sea coger la entrada de un día y, si aún quedan ganas de más, repetir al día siguiente. O coger la entrada vespertina, a partir de las cinco de la tarde, pasando la mañana dando una vuelta por la bonita ciudad de Poitiers.

 

Como ya hemos comentado al principio, la entrada vespertina -que sale más o menos a mitad de precio que la normal- es una opción especialmente adecuada para todos aquellos a quien les pueda bastar con dar una vuelta, ver alguna de la atracciones más interesantes y terminar el día disfrutando del espectáculo nocturno de luz y sonido en el lago, que pone fin a cada jornada. De hecho si procuramos estar allí a las cinco de la tarde, tenemos por delante un rato muy bueno para disfrutar razonablemente del parque a bajo precio. Ideal también para quienes no dispongan de mucho tiempo libre, pero no quieran renunciar a visitarlo. 

 

   

El lago de día

 

El mismo lago durante el espectáculo nocturno

 

Desde el punto de vista práctico “Futuroscope” pone muy fácil la visita. Aparte de la entrada vespertina y entradas a buen precio para uno o dos días o varias personas, también se puede introducir comida y bebida.

El aparcamiento cuesta, en 2015, 7 € y si se llega después de las 17 h. sólo 3 €. Está permitido el estacionamiento y la estancia de autocaravanas.

 

En cualquier caso no faltan camping en los alrededores de Poitiers ni de "Futuroscope". Uno muy recomendable es el municipal de Vivonne, localidad al sur de Poitiers y que celebra un bonito y pequeño mercado todos los sábados por la mañana. El camping se encuentra junto al río y es precioso. Y barato. Y con la ventaja añadida de que es posible llegar hasta las 22 h. lo cual se agradece y mucho a la hora de aprovechar un día de viaje. 

 

El camping muniicpal de Vivonne

 

Y si se viaja con mascotas, también hay servicio de atención a los animales por 5 €/día. En fin, que no será por todo por lo que no daremos una vuelta por el futurista “Futuroscope”…

 

 

POITIERS

El casco histórico de Poitiers es pequeñito y agradable para pasear, con algunas casas con fachadas de entramado de madera y con una de las iglesias románicas más bonitas de toda Francia: Notre Dame la Grande, con su espectacular frontón lleno de figuras. El interior, policromado, también resulta muy atractivo. En suma, un complemento muy interesante a la visita a “Futuroscope”. 

 

   

Notre Dame la Grande. De frente...

 

...y de costado

   

Interior policromado

 

 

   

Notre Dame la Grande

 

El casco antiguo de Poitiers

 

 

EPÍLOGO

 

París, Disneyland, Parc Astérix, Versailles, los Castillos del Loira, Chartres, Le Mans o Futuroscope. Todos ellos magníficos ingredientes para un viaje magnífico. O seguramente para más de uno…¡Buen viaje!

 

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